Argentina ha dicho que debe US$6.030 millones en capital e intereses tras el masivo cese de pago de la deuda en 2002, y ha estado negociando el reconocimiento de cargas punitivas adicionales con miembros del Club.
París. Argentina y el Club de París probablemente acuerden que el país latinoamericano debe al foro de acreedores entre US$8.000 millones y US$9.000 millones, dijo este jueves una fuente cercana a las negociaciones.
Argentina ha dicho que debe US$6.030 millones en capital e intereses tras el masivo cese de pago de la deuda en el 2002, y ha estado negociando el reconocimiento de cargas punitivas adicionales con miembros del Club.
Un número definitivo todavía no se acordó, pero las partes negociantes de ambos lados han achicado las diferencias respecto del monto que Argentina debe, dijo la fuente en condición de anonimato.
"Está entre US$8.000 millones y 9.000 millones", dijo la fuente al responder una pregunta sobre la suma total que será fijada como deuda, y agregó que las conversaciones no están estancadas pero que están llevando tiempo.
Argentina espera llegar a un acuerdo para un plan de pago con el Club de París para junio, y así resolver uno de los vestigios de la crisis económica del 2001-02.
Mientras las dos partes están cerca de un acuerdo respecto de la suma a pagar tras meses de conversaciones, permanecen divisiones sobre el tiempo que tendría Argentina para pagar el dinero.
"Las conversaciones sobre el pago continúan", dijo la fuente, y agregó que después de mitad de año, la campaña para las elecciones presidenciales de Argentina en octubre podría complicar las negociaciones con el Club de París.
"Si no se llega a un arreglo para junio, se corre el riesgo de que las negociaciones se compliquen por un tiempo", dijo.
El presidente del Club de París, Ramón Fernández, se encontró con el ministro de Economía argentino, Amado Boudou, mientras se realizaba la reunión de ministros de Finanzas del G-20 la semana pasada, pero sus conversaciones no lograron un avance.
Un acuerdo podría ayudar a Argentina a regresar a los mercados globales de crédito y facilitar préstamos a empresas extranjeras que operan en el país.
Argentina suspendió el pago de US$100.000 millones en deuda soberana en el pico de la crisis de 2001/2002 y se mantiene virtualmente alejada desde entonces de los mercados voluntarios debido a demandas judiciales relacionadas.