De acuerdo con el informe, siete de los ocho segmentos del comercio minorista aumentaron sus ventas en agosto anterior, destacándose textiles, ropa y calzado (5,6%), así como combustibles y lubricantes (3%).

Río de Janeiro. Las ventas del comercio minorista brasileño, uno de los motores de la economía del país, subieron un 1,3% intermensual en agosto pasado respecto a julio, divulgó este jueves el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

De acuerdo con el informe, las ventas minoristas tuvieron en agosto último el mejor resultado desde junio del año pasado y compensaron así la retracción acumulada del 1,5% en los tres meses anteriores.

En comparación con agosto de 2017, las ventas minoristas aumentaron un 4,1% en Brasil.

En el acumulado del año hasta agosto, el sector registró un crecimiento del 2,6%.

Siete de los ocho segmentos del comercio minorista aumentaron sus ventas en agosto anterior, destacándose textiles, ropa y calzado (5,6%), así como combustibles y lubricantes (3%).

El único segmento que tuvo un resultado negativo fue el correspondiente a libros, periódicos y papelería con una baja del 2,5%.

El comercio minorista es uno de los motores económicos de Brasil y su flojo desempeño impide una mayor expansión de la mayor economía de América Latina.

Con el resultado de agosto, este comercio "prácticamente recupera" la contracción sufrida anteriormente, según explicó la gerente de estudios del IBGE, Isabella Nunes, "y vuelve a un nivel próximo al de abril".  

Para la gerente del IBGE, el resultado positivo registrado no debe sin embargo ser visto con demasiado optimismo.

"No es un movimiento que quite el comercio de la ruta (de lenta recuperación) de forma sorprendente. No es una reversión de tendencia. El mes de agosto tuvo el papel de revertir las pérdidas de los tres meses anteriores", aclaró.

En 2015 y 2016, las ventas minoristas cayeron un 4,3% y un 6,2%, respectivamente, con lo que influyeron en la contracción sufrida por el Producto Interno Bruto (PIB) brasileño.

En 2017, la recuperación del comercio, cuyas ventas crecieron un 2%, ayudaron a que la economía brasileña saliera de la crisis y se expandiera un 1%.