El Producto Interno Bruto creció un 1,5% anual en el segundo trimestre, la tasa más lenta desde el tercer trimestre del 2011.
Washington. El crecimiento de la economía de Estados Unidos se desaceleró en el segundo trimestre, tal como se esperaba, golpeado por el gasto del consumidor más bajo en un año, mostraron el viernes cifras oficiales que refuerzan la posibilidad de más estímulos por parte de la Reserva Federal.
El Producto Interno Bruto creció un 1,5% anual en el segundo trimestre, la tasa más lenta desde el tercer trimestre del 2011.
La cifra de crecimiento del primer trimestre fue revisada a un 2% desde el 1,9% reportado anteriormente, mientras que el dato para los últimos tres meses del 2011 quedó en 4,1% frente al 3% previo.
"El panorama de la economía estadounidense luce desafiante, si se miran las cifras. Las revisiones fueron relativamente pequeñas, y en términos generales, el informe no cambia las expectativas de que la Reserva Federal lanzará otra ronda de estímulo monetario", consideró Brian Kim, estratega cambiario de RBS Securities en Stamford, Connecticut.
La debilidad de la economía podría costarle la reelección al presidente Barack Obama en las elecciones de noviembre.
La expansión tras la recesión del 2007-2009 fue la más lenta desde el período 1980-1981. La última recesión fue la más profunda de la era de posguerra, de acuerdo con revisiones anuales del Departamento de Comercio.
La cifra del PIB, que representa la primera estimación oficial sobre el desempeño de la economía estadounidense en el segundo trimestre, se ubicó justo dentro de lo esperado por los analistas en un sondeo de Reuters.
La economía se ha visto golpeada por el espectro de una serie de recortes automáticos al gasto y alzas de impuestos a inicios del 2013, además del impacto por la crisis europea.
Gran parte de la desaceleración del crecimiento económico durante el trimestre pasado se debió a una moderación del gasto del consumidor, en parte por el débil aumento del empleo y del ingreso.
El gasto del consumidor, que representa en torno a un 70 por ciento de la actividad económica estadounidense, creció a un ritmo del 1,5 por ciento, menos que la tasa de 2,4 por ciento registrada en el primer trimestre.
Los inventarios de las empresas aumentaron en 66.300 millones de dólares, aportando casi un tercio de un punto porcentual al crecimiento del PIB. Sin embargo, ante la desaceleración de la demanda interna, las empresas podrían encontrarse con un exceso en sus reservas y eso golpearía al PIB del tercer trimestre.
Si se excluyen los inventarios, el PIB subió a un ritmo del 1,2%, la tasa más débil desde el primer trimestre del 2011.
Las exportaciones crecieron pese a la menor demanda global, pero eso fue contrarrestado por un alza mayor de las importaciones. En total, el comercio restó casi un tercio de un punto porcentual al crecimiento del PIB.