Esta recepción fue la primera reunión ministerial formal del G20, donde se buscan acuerdos para estabilizar el sistema financiero internacional e impulsar el crecimiento económico.
Excelsior.com.mx Ciudad de México. El presidente Felipe Calderón ofreció este sábado una cena en el Castillo de Chapultepec a los ministros de Finanzas y banqueros centrales del G20, que están reunidos en México en busca de acuerdos para resolver la crisis económica internacional.
Esta recepción fue la primera reunión ministerial formal del G20, donde se buscan acuerdos para estabilizar el sistema financiero internacional e impulsar el crecimiento económico mediante la realización de reformas estructurales y el cuidado del medio ambiente.
“Hoy inicia aquí la primera reunión ministerial del G20 en México. Este es el punto de partida para el fortalecimiento de nuestras relaciones multilaterales. Transformaremos la gobernanza global a través del diálogo y el consenso. Juntos estaremos forjando el futuro económico y financiero de las generaciones de hoy y del mañana”, dijo José Antonio Meade Kuribreña.
Durante su intervención, el secretario de Hacienda reconoció que a lo largo del último año, el G-20 ha avanzado en el objetivo de promover la coordinación de políticas macroeconómicas, en buscar formas para hacer más eficiente el sistema monetario internacional y en fortalecer la regulación financiera a escala global.
“A través del G20, debemos impulsar los esfuerzos de cooperación monetaria y financiera, para que la economía mundial retome la senda de crecimiento fuerte, sostenido y balanceado.”
Reconoció el trabajo realizado por la presidencia francesa del G20.
“Bajo el liderazgo de Francia, los miembros del G20 alcanzaron muchos logros, entre los que destaca el Plan de Acción para el Crecimiento y el Empleo de Cannes, con el que nos comprometimos a enfrentar de manera coordinada las vulnerabilidades de la economía global y a restaurar la estabilidad financiera, así como a fortalecer las bases del crecimiento en el corto y largo plazos”, dijo Meade.
Asimismo, se alcanzaron conclusiones coherentes para la administración de los flujos de capital y, el año pasado, se dieron pasos significativos para hacer más eficiente el funcionamiento del sistema monetario internacional, pues mejoró la regulación y supervisión financiera, se eliminaron lagunas en temas, como mercados de derivados, y se incrementó la protección a los usuarios de los servicios financieros.
Por la mañana, los ministros de finanzas y banqueros centrales del G20 participaron en un foro convocado por el Instituto Internacional de Finanzas.
En ese marco, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el desarrollo Económico, José Ángel Gurría, estimó que los organismos financieros internacionales necesitan US$1,8 billones para aliviar la falta de liquidez de los países con problemas de deuda.
De ese total, US$1,3 billones serían para el Fondo de Estabilización Europea y US$500 mil millones para el FMI, pero no se requiere sólo dinero para resolver la crisis, sino reformas estructurales, dijo el titular de la OCDE.
Meade explicó que el margen de maniobra que tenían los países en crisis para hacer frente a su situación, a través de las políticas fiscal y monetaria, ya se agotó, por lo cual, el único camino viable que les queda es el de los ajustes estructurales.
Aclaró que la parte del financiamiento es muy importante para ayudar a los países con crisis de liquidez y restablecer la confianza en los mercados internacionales, de ahí la importancia de que los países del G20 incrementen sus aportaciones al FMI.