Ómar Suárez, analista de Alianza Valores, explicó que “a raíz de la impresionante caída que sufrió el precio del crudo en los últimos seis meses, el país no podrá cobrar un dividendo similar a los más de $8 billones (US$3.100M) que recibió en 2014.
Después de que Ecopetrol diera a conocer que su utilidad neta en 2014 cayó 41% y que los balances del cuarto trimestre fueran los primeros en los que la petrolera registró pérdidas desde que cotiza en bolsa (2007), la pregunta que queda es cómo hará el Gobierno para suplir la caída en los dividendos que piensa recaudar en 2015.
Ómar Suárez, analista de Alianza Valores, explicó que “a raíz de la impresionante caída que sufrió el precio del crudo en los últimos seis meses, el país no podrá cobrar un dividendo similar a los más de $8 billones que recibió en 2014. Este año la compañía anunció que distribuirá el 70% de su utilidad neta, por lo que el Gobierno sólo recaudará alrededor de $4,9 billones”.
Compensar las reducciones de los ingresos de la principal compañía del país no es tarea fácil. A pesar de que se puedan hacer ajustes presupuestales muy pocos activos del Estado tienen el músculo financiero como para proporcionar más de $3 billones de manera eficiente. Pero no significa que no se esté intentando.
El presidente saliente de Ecopetrol, Javier Gutiérrez, reveló este martes que en aproximadamente dos meses podría iniciarse la venta de acciones de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB). El 6,87% de participación con el que cuenta la estatal sería enajenado por un valor mínimo de $1,09 billones. La estrategia ya obtuvo aprobación por parte del Consejo de Ministros y se encuentra en etapa de preparación para salir a ofrecer los títulos al sector solidario.
A pesar de que Ecopetrol tuvo un mal año a raíz de la caída de más de 50% que sufrió el precio del crudo, a otros activos del país como ISA e Isagén no les fue mal, ya que la utilidad neta de cada compañía eléctrica creció 37 y 1% en 2014. Estos buenos resultados implicarían que ambas estatales pagarían más dividendos de lo normal a sus accionistas.
“El monto que ISA les pagaría a sus accionistas tendría un crecimiento del 10% este año. Y por su lado Isagén hará una propuesta ante su asamblea, en la cual pasaría de pagar un dividendo ordinario de $74 por unidad de participación en 2014 a $84 en 2015, pero sobresale que el dividendo extraordinario de esta compañía aumentaría 1.495%, al subir de $5,7 a $94 por título bursátil”, informó Suárez.
Por lo general, cuando una compañía reparte dividendos, el monto de la distribución se hace con respecto a los balances y los resultados financieros con el fin de mantener sus niveles de liquidez. De manera que en el caso de ISA, se observa que la repartición de ganancias fue congruente e incluso reservada, porque sus ingresos aumentaron 27% más de lo que les pagarán a sus accionistas.
Pero en el caso de Isagén, es complicado de entender por qué sus utilidades netas crecieron sólo 1% y sus dividendos totales que se entregarán en abril de este año subirían por lo menos 80%. Es una jugada aún más curiosa si se tiene en cuenta que esta semana se reabrió el proceso de venta de la estatal hidroeléctrica, una transacción que estaría agendada para mediados de este año y con la cual se espera recibir alrededor de $5 billones. Y no sería extraño que más de un candidato a quedarse con la compañía se pusiera nervioso si efectivamente se distribuyen estos recursos a los accionistas.
“Los más $200 mil millones de dividendos totales que Isagén le piensa entregar este año al Gobierno, con respecto a los $120 mil millones que distribuyó en 2014, no son necesariamente insostenibles. Hay que recordar que los requerimientos de inversión para la compañía son menores ahora, porque el proyecto de Hidrosogamoso ya concluyó. De manera que los balances de la estatal permiten este tipo de operación”, afirmó Rafael Salas, analistas de Casa de Bolsa.
Tanto Suárez como Salas coinciden en que si bien el monto de dividendos que Isagén entregaría este año podría generar un poco de incertidumbre entre los ofertantes a comprar la compañía, esto no debería afectar en gran magnitud la venta de la estatal. Además, el analista de Alianza Valores explicó que factores como el nuevo proyecto Hidrosogamoso y la devaluación del peso tendrían que incentivar a los inversionistas internacionales.
Sin embargo, los ofertantes locales están comenzando a perder interés. Este miércoles la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), una de las compañías que más mostró interés de realizar la adquisición cuando la noticia de la venta se dio a conocer en julio de 2013, manifestó que no participará de la subasta de Isagén.