El presidente de EE.UU. dijo que podría esperar a que los republicanos comiencen a elaborar el borrador de presupuesto para el año fiscal que empieza el 1 de octubre para buscar los fondos para erigir el muro.
Washington. La amenaza de una paralización del Gobierno de Estados Unidos este fin de semana pareció disminuir el martes, después de que el presidente Donald Trump dio un paso atrás en la exigencia de que el Congreso incluya en su cuenta de gastos la financiación del muro que pretende construir en la frontera con México.
En declaraciones realizadas a medios conservadores y que fueron confirmadas por la Casa Blanca, Trump dijo en la noche del lunes que podría esperar a que los republicanos comiencen a elaborar el borrador de presupuesto para el año fiscal que empieza el 1 de octubre para buscar los fondos para erigir el muro.
Los republicanos controlan el Congreso, pero la actual cuenta de gastos, que debe ser aprobada antes de la noche del viernes, necesita 60 votos en un Senado de 100 miembros en el que los correligionarios de Trump tienen 52 escaños, por lo que requerirán apoyo demócrata. Los líderes de este partido dijeron que no le darán su respaldo si se incluyen fondos para el muro.
Incluso aunque la pelea por el muro se haya terminado, republicanos y demócratas tienen todavía asuntos difíciles por resolver en el próximo día o dos.
Con la exigencia de incluir la financiación del muro, Trump corría el riesgo de ser culpado por los demócratas de la paralización parcial del Gobierno desde el sábado. El mandatario, cuyos índices de aprobación se han desplomado desde que accedió al cargo, cumplirá 100 días en el puesto ese día.
La intención de la Casa Blanca de que los contribuyentes estadounidenses asuman la cuenta del muro fronterizo entra en colisión con la promesa de campaña de Trump no solo de construir un muro, sino de obligar a que México lo pague.
Si no se aprueba una iniciativa de gasto que cubra del 29 de abril al 30 de septiembre antes de las 00:01 del sábado hora local (0401 GMT), se congelarán los fondos gubernamentales y serán despedidos de forma temporal cientos de miles de empleados federales.