La mayoría de los legisladores reunidos en una sesión conjunta del Congreso votó en favor de un objetivo fijado del 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), sin opción de deducir inversiones y otros gastos.
Brasilia. El Congreso de Brasil aprobó este jueves una reducción en el objetivo de ahorro fiscal del país para 2016, pero rechazó una petición de la presidenta Dilma Rousseff para efectuar un recorte mayor que generó dudas sobre su compromiso en la contención del creciente déficit.
La mayoría de los legisladores reunidos en una sesión conjunta del Congreso votó en favor de un objetivo fijado del 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), sin opción de deducir inversiones y otros gastos.
Rousseff propuso el martes esa opción para reducir el objetivo a cero si es necesario, lo que significa que no habría ahorros. El Gobierno abandonó sus planes de perseguir su objetivo original del 0,7% del PIB para proteger un popular programa social conocido como Bolsa Familia.
La mandataria tuvo que dar marcha atrás un día después, cuando legisladores de su ingobernable alianza apoyaron un recorte menor poco después de que la agencia Fitch Ratings despojó a Brasil de su calificación de grado de inversión, citando preocupaciones sobre su salud fiscal.
La decisión es considerada una victoria parcial para el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, un halcón fiscal ampliamente respetado en Wall Street que se opuso repetidas veces a la reducción del objetivo.
Sus desacuerdos con Rousseff sobre el tamaño del objetivo de superávit alimentaron las especulaciones acerca de la posible renuncia del ex ejecutivo bancario. Sus ayudantes afirmaron que si Levy decide dimitir no lo haría de forma inmediata, sino que esperaría hasta que el Gobierno encuentre a un sucesor.
Levy ha sufrido una serie de derrotas y perdido poder sobre las decisiones políticas desde que asumió la cartera este año con el objetivo de implementar un agresivo plan de ajuste fiscal y contener el creciente déficit, que podría alcanzar el 10% del PIB el año próximo.
El déficit total del presupuesto brasileño, que incluye el pago de intereses, subió hasta el 9,5% del PIB en octubre, frente al 5% del mismo mes del año anterior. Esta cifra contrasta con el déficit del 4% en México.
