"Vamos a votar en el plazo, en la segunda quincena de junio, y en el plenario en la primera quincena de julio si tenemos los votos", dijo este miércoles el presidente del Congreso, Rodrigo Maia. 

Brasilia. La reforma de pensiones de Brasil se someterá a votación en la Cámara de Diputados en la segunda quincena de julio, dijo este miércoles el presidente del Congreso brasileño, Rodrigo Maia. 

"Vamos a votar en el plazo, en la segunda quincena de junio, y en el plenario en la primera quincena de julio si tenemos los votos", dijo Maia.

Al comentar el texto enviado por el presidente Jair Bolsonaro, el diputado dijo que es "denso" y "muy bien elaborado" por el ministro de Economía, Paulo Guedes, y el secretario de Previsión Social, Rogério Marinho.

Tres días después de que simpatizantes del gobierno fueran a las calles en tono crítico al Congreso y a la Corte Suprema, y pidiendo la aprobación de la reforma de pensiones, Maia dijo que es importante mantener el clima distendido entre los poderes.

"Vamos a mantener un ambiente distendido, un ambiente donde el brasileño nos mire y diga: 'Estas personas que elegimos en el Parlamento y en el Ejecutivo están preocupados por reducir los 13 millones de desempleados, los 9 millones de personas que viven por debajo de la extrema pobreza , en hacer que Brasil vuelva a crecer y tener empleo'. Creo que es ese mensaje que necesitamos pasar", afirmó.

Maia comentó además las conversaciones con el presidente Bolsonaro y los líderes del Senado y el Supremo Tribunal Federal (STF), con quienes acordó firmar un "Pacto por Brasil". 

"Lo importante es que estemos conversando, dialogando, que el presidente esté cerca del Parlamento es importante, la construcción de las votaciones de interés de Brasil y también del gobierno pasa mucho por el liderazgo del presidente de la República, de sus aliados", afirmó.

Por tratarse de una enmienda constitucional, la reforma de pensiones debe ser votada por una mayoría calificada tanto en la Cámara como en el Senado, lo que obliga al gobierno a organizar una amplia base de apoyo, que aún no consiguió reunir.

La reforma prevé elevar la edad mínima para la jubilación a 65 años para los hombres y 62 años para las mujeres, endurece las reglas jubilatorias y reduce los gastos del gobierno en el pago de beneficios.

El objetivo del gobierno es llegar a un ahorro para las arcas públicas de unos 1,16 billones de reales (unos US$300.000 millones) en 10 años.