Después de semanas de discusión, acordaron que los ingresos adicionales para financiar el presupuesto del próximo año serán de 7,8 billones de pesos (US$2.438,6 millones), considerablemente menos que los 14 billones de pesos (US$4.377 millones) de la propuesta original.
Bogotá. El Congreso de Colombia aprobó este miércoles una propuesta de reforma fiscal del gobierno que, sin embargo, recaudará un 44% menos que el objetivo original, lo que obligará al ejecutivo a reducir el gasto para cumplir con las metas fiscales y mantener el grado de inversión.
Después de semanas de discusión en las comisiones del Congreso, el Senado y la Cámara de Representantes acordaron que los ingresos adicionales para financiar el presupuesto del próximo año serán de 7,8 billones de pesos (US$2.438,6 millones), considerablemente menos que los 14 billones de pesos (US$4.377 millones) de la propuesta original.
En un Congreso dividido, en el que el presidente Iván Duque no cuenta con una mayoría sólida y en donde enfrenta una fuerte oposición, el gobierno se vio obligado a desistir de gravar con el impuesto a las ventas (IVA) la mayoría de los productos de la canasta básica alimentos y, en cambio, deberá congelar en 2019 gastos por 6,2 billones de pesos (US$1.938 millones).
La polémica oferta para gravar con el impuesto a las ventas a los alimentos básicos era la columna vertebral del plan del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, para recaudar la mayor parte de los ingresos de la reforma, conocida como ley de financiamiento.
El plan de gravar los productos básicos de la canasta básica alimentaria fue criticado incluso por miembros del Centro Democrático, el partido de Duque, que lo consideraron como un impuesto a los pobres que aumentaría la inflación.
El plan de ingresos reducidos dificulta que el gobierno cumpla con los términos de la llamada regla fiscal, que apunta a reducir el déficit del Gobierno Central a 1,0% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2027 desde el 3,1% previsto para este año.
Los grandes cambios en los déficits anuales pueden no ser vistos favorablemente por las agencias de calificación crediticia, que quieren que se reduzcan y han pedido una reforma fiscal estructural profunda.
La reforma sin los recursos suficientes para financiar los gastos de los próximos años, podrían obligar al gobierno a impulsar otra ley de financiamiento en el futuro inmediato.
El presidente de la Asociación Nacional de Industriales, Bruce Mac Master, dijo a periodistas que es urgente que el Gobierno Nacional revise su plan de gastos o "de lo contrario estaríamos avocados a otra reforma tributaria en dos o tres años".
Moody's, Standard & Poor's y Fitch han mantenido el grado de inversión de Colombia, la cuarta economía de América Latina.
Entre las disposiciones de la reforma se encuentran un aumento del impuesto sobre la renta de la clase media y de altos ingresos, una reducción de los impuestos a las empresas y medidas para combatir la evasión.
La ley también reducirá los impuestos para los inversores extranjeros en bonos del Tesoro local del 14% al 5%.