Pero los mercados financieros estaban nerviosos este lunes en Asia y Europa por la perspectiva de una histórica cesación de pagos de la deuda de Estados Unidos, que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, ha dicho que sería una "situación calamitosa" para la economía del país y del mundo.
Washington. Un Congreso estadounidense claramente dividido analizaba este lunes proyectos presupuestarios rivales que, lejos de alcanzar consensos, acercaba aún más al país a una rebaja de calificación crediticia y a una moratoria con consecuencias catastróficas en los mercados globales.
A poco más de una semana del plazo del 2 de agosto, los legisladores siguen tenazmente cerrados a cualquier compromiso de acuerdo.
Durante el fin de semana, las negociaciones nuevamente colapsaron. Demócratas y republicanos volvieron a sus rincones para elaborar sus propuestas.
Pero los mercados financieros estaban nerviosos este lunes en Asia y Europa por la perspectiva de una histórica cesación de pagos de la deuda de Estados Unidos, que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, ha dicho que sería una "situación calamitosa" para la economía del país y del mundo.
Pero en el mercado no se ha desatado el pánico vendedor que algunos políticos en Washington presagiaban luego de fracasar el fin de semana las conversaciones, aunque el día del terror podría estar cada vez más cerca, dijo Quincy Krosby, estratega de mercado de Prudential Financial en Newark, Nueva Jersey.
"Hay un viejo refrán que dice que las cosas no ocurren hasta el día en que ocurren; estamos acercándonos al día en que van a ocurrir", dijo Krosby.
Después de semanas de negociaciones hostiles, acusaciones y recriminaciones mutuas, ambas partes parecen aún más lejos de un acuerdo para reducir el déficit presupuestario, que despeje el camino para que el Congreso eleve el tope de endeudamiento del Gobierno desde los actuales US$14,3 billones.
El presidente Barack Obama y los líderes del Congreso han intentado tranquilizar a los mercados globales señalando que el país será capaz de servir su deuda y cumplir con sus obligaciones después del 2 de agosto, cuando el Departamento del Tesoro dijo que se quedará sin fondos.
Enfrentados a la perspectiva de una cesación de pagos y de que el país pierda su máxima calificación crediticia "AAA", los congresistas fijaron este lunes como plazo para mostrarle un plan a los mercados.
Los republicanos, encabezados por el movimiento conservador Tea Party que les ayudó a ganar la mayoría de la Cámara baja en noviembre, se oponen ferozmente a las alzas tributarias, mientras que los demócratas, que controlan el Senado, no quieren reducir gastos en sus programas sociales.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, intentó tranquilizar a los países de Asia, que poseen cerca de US$3 billones en deuda del Tesoro, de que Estados Unidos alcanzará un acuerdo y evitará una moratoria.
"Estoy confiada en que el Congreso hará lo correcto y cerrará un acuerdo sobre el techo de la deuda, y trabajará con el presidente Obama para adoptar las medidas necesarias para mejorar nuestro panorama fiscal de largo plazo", afirmó en un discurso en Hong Kong.
Asimismo, autoridades asiáticas dijeron que seguían confiadas en que se alcanzará un acuerdo, aunque los niveles de preocupación crecían.
"Aquellos encargados directos de operaciones con reservas deben estar más nerviosos que antes, pero nadie cree que los estadounidenses escogerán suicidarse cuando conocen las soluciones", dijo un alto funcionario del Banco de Corea, que pidió no ser identificado.
Alemania se sumó a las voces esperanzadas en un acuerdo, aunque en muchas partes aparecían signos de frustración.
"La ironía de la situación actual (...) es que la mayor amenaza al sistema financiero mundial viene de unos pocos locos derechistas del Congreso estadounidense en vez de la zona euro", dijo el domingo el ministro del Gobierno británico Vince Cable.
China, el mayor acreedor extranjero de Estados Unidos con unos 1,16 billones de dólares invertidos en bonos del Tesoro a mayo, ha presionado con frecuencia a Washington para que ordene sus arcas fiscales.
Calificaciones. El estancamiento político atemorizó a los inversores este lunes. Las bolsas de Europa caían un 0,6 por ciento y en Asia bajaron cerca del 1%.
En Wall Street, los principales índices accionarios caían un 1 por ciento tras la apertura, al tiempo que el oro, considerado un activo de refugio, subió hasta un 1 por ciento a un máximo histórico.
Las agencias calificadoras han advertido que incluso si el Congreso eleva el tope de la deuda y evita un default, igual podrían retirar la nota máxima AAA a Estados Unidos si los legisladores no se ponen de acuerdo sobre recortes presupuestarios de largo plazo más profundos.
Una menor calificación podría elevar los costos de endeudamiento no solo del Gobierno estadounidense sino de otros países, empresas y consumidores, ya que los bonos del Tesoro son la referencia en que se miden varios préstamos.
El líder demócrata del Senado, Harry Reid, apunta a elevar el techo de la deuda en US$2,7 billones, suficientes para cubrir las necesidades de financiamiento hasta las elecciones de noviembre del 2012.
Eso se combinaría con un monto similar en recortes de gasto en 10 años, menos de los US$4 billones en ahorros que serían necesarios para mantener la deuda a un nivel sustentable, según expertos.
En tanto, Boehner quiere una estrategia de dos etapas que permita que el Tesoro se endeude sólo en cerca de un billón de dólares adicionales, lo que obligaría a otra batalla similar a principios del próximo año.
Su plan podría generar mayores ahorros presupuestarios mediante una reforma al código tributario y a los beneficios de los planes de salud, que se espera que suban mucho en la próxima década.