El estudio de la Unctad fue presentado a nivel internacional en junio pasado. El informe generó gran interés en los medios de comunicación, especialmente de los países en desarrollo, publicándose más de 500 artículos en relación a este tema.
En la actualidad, los estados miembros de las Naciones Unidas trabajan conjuntamente con la sociedad civil y otras organizaciones, en el establecimiento de un nuevo marco de objetivos de desarrollo, debido a que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) concluyen en el 2015.
Estos Objetivos fueron establecidos en el 2000 durante la Cumbre del Milenio. Los objetivos post 2015 se resumen en aspectos relacionados con la prosperidad, equidad, libertad, dignidad y paz, llamados “Objetivos de Desarrollo Sostenible” (ODS).
El Informe Mundial de Inversiones del 2014 de la Unctad es congruente con estos objetivos. El informe se centra en cómo se puede movilizar el financiamiento privado para la inversión en sectores de desarrollo sostenible, como es la adaptación al cambio climático, el desarrollo de la infraestructura, la seguridad alimentaria, la salud y la educación.
En ese sentido el director general de la Unctad el Mukhisa Kituyi ha dicho que la implementación de los Objetivos del Desarrollo Sostenible tendrá repercusiones muy importantes para el mundo desarrollado y el mundo en desarrollo.
Es claro que para los países en desarrollo, especialmente para las pequeñas economías, las finanzas públicas son fundamentales para la inversión en los sectores de desarrollo sostenible.
Lastimosamente es prácticamente imposible que las pequeñas economías puedan satisfacer estas demandas con los precarios recursos públicos que estos objetivos de desarrollo sostenible demandarán y para ello la inversión privada y la Inversión Extranjera Directa (IED) será indispensable.
En el informe se propone un plan de acción que presenta una serie de opciones políticas y un conjunto específico de paquetes de políticas que pueden ayudar a dar forma a un gran impulso para la inversión privada en el desarrollo sostenible.
De acuerdo con el informe, las economías en desarrollo y las economías emergentes mantienen su liderazgo en el 2013. Los flujos de la IED hacia los países desarrollados aumentó, sin embargo, el flujo de la IED de las economías en desarrollo alcanzaron un nuevo récord. Los países en desarrollo y las economías en transición constituyen ahora los primeros 20 clasificados en orden de los ingresos de la IED.
África vio un incremento de los flujos de la IED intra-africanos, estos flujos están en línea con los esfuerzos de los líderes africanos hacia una mayor integración regional.
Asia sigue siendo el principal destino de la inversión global. Las empresas transnacionales y la inversión proactiva y la cooperación regional, son factores impulsores que han aumentado los flujos intrarregionales en Asia.
América Latina y el Caribe por su lado, según el informe, tuvieron un crecimiento mixto de la IED, con un total positivo debido a un aumento en América Central, pero con un descenso en América del Sur.
La mayoría de las medidas de política de inversión se mantienen orientados a la promoción de inversiones, al mismo tiempo, la parte de las políticas de inversión de regulación o restricción aumentó alcanzando un 27% en el 2013. Algunos países tratan de evitar las desinversiones de los inversionistas extranjeros y, para ello los países promueven el reapuntalamiento de las inversiones de las empresas transnacionales.
Los incentivos son utilizados por los gobiernos como un instrumento de la política de atracción de inversiones, pero de acuerdo con el informe, estas preocupaciones se abordan con programas de incentivos de inversión que deberían estar más orientados hacia el logro de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
El papel del sector público es fundamental y central, mientras que la contribución del sector privado es indispensable.