Nuevamente se ha desencadenado el debate sobre una posible salida de Atenas de la zona euro, y también Berlín le echa leña al fuego.
En un estudio del año 2012, la Fundación Bertelsmann pronosticó que, en el caso de una salida de Grecia del euro, la zona euro podría erosionar y la economía mundial entrar en una profunda recesión. Tan solo Alemania perdería en de ocho años más de 130 mil millones de euros.
Hoy día, la salida de Grecia del euro por lo menos ya no es un tabú para la canciller alemana, Angela Merkel. El fin de semana pasado, el semanario Der Spiegel informó que Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ya no se oponen categóricamente a la posible salida del euro del país heleno, cuya deuda alcanza los 320 mil millones de euros.
Una salida muy cara. Desde el estudio de 2012, las cosas han cambiado, dice Joachim Fritz-Vannahme, de la Fundación Bertelsmann. “Los políticos y el Banco Central Europeo hicieron todo lo que estaba en sus manos para reforzar las vallas alrededor del euro. No obstante, la catástrofe no se puede descartar completamente”, afirma.
Según Fritz-Vannahme, no se puede predecir cómo reaccionarían los mercados de capitales ante una quiebra de Grecia. En todo caso, una posible bancarrota estatal de ese país no solo tendría consecuencias desastrosas para los griegos. Una quiebra helena también se haría notar en los balances de los bancos alemanes. Sin embargo, los créditos de los bancos germanos a deudores griegos han disminuido notablemente últimamente, asegura la Asociación Alemana de Bancos.
El Estado, las empresas y los ciudadanos griegos han contraído una deuda de cerca de 23 mil millones de euros con los bancos alemanes. La mayor parte de esta cantidad recae en el banco estatal de desarrollo KfW.
“Hay una tendencia regresiva del capital privado proveniente de Alemania”, dice Joachim Fritz-Vannahme. Por ello, una salida de Grecia del euro no debería alarmar demasiado a los bancos alemanes. “No obstante, las consecuencias para los contribuyentes alemanes serían peores de lo que hubieran sido en 2012. Las garantías estatales han aumentado considerablemente. Esto quiere decir que una salida podría salirle muy cara a los contribuyentes”.
Actualmente, el Estado alemán es garante de créditos por un monto de alrededor de 50 mil millones de euros. “Este dinero no lo volveremos a ver a corto plazo, en el mejor de los casos, a largo plazo”, señala Thomas Straubhaar, profesor de relaciones económicas internacionales en la Universidad de Hamburgo, en entrevista con la radio Deutschlandfunk. Grecia no podrá pagar sus deudas, poco importa si se queda o no en la zona euro, añade. “Los costos para Alemania seguirán siendo inmensos”.
¿Efecto dominó?. ¿Y qué tan probable es que se desencadene un efecto dominó? Según expertos, hoy día esta posibilidad ya no es tan alta como en 2012, cuando se temía que países como España, Portugal e Italia abandonaran la zona euro. Michael Schröder, del Centro de Investigación Económica Europea, cree que una salida de la unión monetaria de Grecia no tendría hoy un fuerte impacto en otros países europeos. Joachim Fritz-Vannahme, en cambio, dice que todavía no se puede descartar que una salida de Grecia vaya a tener un efecto peligroso sobre otros países de la zona euro.