La expectativa para el 2017 está en la reactivación del segmento de vivienda de interés prioritario (VIP), la segunda fase del programa de vivienda gratuita y la edificación de establecimientos educativos.
¿Cómo podría ser el año 2017 desde el punto de vista económico? ¿Qué tan distinto al 2016 pinta? ¿La turbulencia llegará a su fin o seguiremos navegando en aguas inquietas? ¿Qué pasará con los llamados “emergentes”? ¿La llegada de Donald Trump afectará al mundo? ¿Qué impacto tendrá lo que pase en el exterior sobre los números macro en Colombia? ¿La construcción qué? ¿Y el dólar? ¿Y la inflación? ¿Y el Producto Interno Bruto? Y son más las preguntas que todo el mundo se está haciendo sobre el año que comienza, después de vivir un 2016 con inflación disparada, una afectación climática fuerte y hasta un paro camionero que dejó millonarias pérdidas al país.
Pues de acuerdo con el informe anual de proyecciones económicas de Corficolombiana, el peso no será ajeno a las presiones internacionales resumidas en la “mayor expansión de las economías emergentes”, el “desempeño de la actividad económica en los países desarrollados, que seguirá siendo mediocre” y a “la incertidumbre económica en EE.UU. bajo la administración de Donald Trump”.
En Colombia se espera “un ajuste importante a la baja en el déficit de las cuentas externas por una mayor recuperación de los precios del petróleo y por las holgadas condiciones de liquidez global. Se espera que el dólar se ubique en un promedio de $3.200 en 2017 y que cierre el año en $3.300 (con fluctuaciones entre $2.900 y $3.500)”. El Producto Interno Bruto (PIB) lo proyectan en 2,8 %, frente al 1,9 % en 2016, y la inflación anual se espera en “un promedio de 4,3 %”.
Santiago Perdomo, presidente de Colpatria, asegura que “la inflación la vemos bajando, así que aplaudimos las decisiones que tomó el Banco de la República, esperamos que ya bajen las tasas de interés, porque si no, la actividad económica empieza a resentirse. Yo esperaría que el 2017 sea un poco mejor, no sustancialmente mejor. Este año lo vamos a terminar sobre un 2,0 % de crecimiento y el año entrante deberíamos estar por el 2,5 %”.
¿Y en todo este escenario cómo queda la construcción, que ha sido precisamente el sector que logró jalonar a la economía en un año difícil? Sandra Forero Ramírez, presidenta de Camacol, asegura que “pese a que no se descarta la superación gradual de algunos riesgos a lo largo del próximo año, que conduzcan al país a un crecimiento económico levemente superior al de 2016, a nivel sectorial, el desempeño de la actividad edificadora tiene una fuente importante de su dinámica en la vivienda social, segmento que dependerá de forma definitiva de que se establezca un marco tributario coherente con las metas de política de vivienda y acorde con las expectativas de las empresas en su ejecución. De lo contrario, el sesgo a la baja de esta proyección es inminente”.
La líder gremial se refiere a la reforma tributaria y la propuesta del Gobierno que buscaba elimina la exención del impuesto de renta sobre las ventas de VIS y VIP. Sin embargo, ya el mismo Gobierno ha dicho que no se van a tocar. Incluso el mismo vicepresidente, Germán Vargas Lleras, aseguró que se ha avanzado bastante y que “quedó claro que no se va a afectar la vivienda de interés social, que había sido mi principal requerimiento. Ese anuncio de que no van a tocar las VIS es muy importante, es que son más de 400.000 familias colombianas de 400.000 casas nuevas las que se verían afectadas”.
Cuenta Camacol que, de acuerdo con sus proyecciones, “el crecimiento de la actividad edificadora en el 2017 podría ser del 4,4 %, donde la reactivación del segmento de vivienda de interés prioritario (VIP) y la segunda fase del programa de vivienda gratuita tendrán un aporte relevante. Asimismo, la continuidad del subsidio a la tasa de interés para la vivienda social (Frech II), el programa Mi Casa Ya y el subsidio a la tasa para la clase media determinarán los volúmenes de actividad. En el segmento no residencial, hay expectativas positivas con la construcción de establecimientos educativos derivados del Plan Nacional de Infraestructura Educativa”.
Perdomo, de Colpatria, cree que “la construcción va a jalonar no solo la privada, sino la infraestructura, las 4G, que va a empezar a tener resultados, y a mover la economía”. En la misma ruta va Forero, la líder gremial, quien considera que “a nivel local, esperamos que el segundo año de gobierno de las administraciones municipales venga de la mano de la ejecución de las inversiones en materia de infraestructura urbana y servicios públicos, principalmente de agua potable y saneamiento básico; y de la adopción de normas claras y consistentes en materia de ordenamiento que permitan hacer frente al crecimiento urbano y dar estabilidad jurídica a los proyectos”.
En conversación con El Espectador, la ministra de Vivienda, Elsa Noguera, dice que las proyecciones para 2017 “son muy positivas”. Y recuerda que el 2016 fue un año difícil para la economía, con inflación alta, devaluación, aumento en las tasas de interés y desaceleración de la economía, pero a pesar de ello, logramos colocar muy bien los subsidios del Gobierno, tanto los de cuota inicial como los de tasa de interés”.
Y recuerda, con cifras en mano, que, de hecho, “de la megameta de 450.000 viviendas, en el 2016 se lograron 150.000 con subsidios del Gobierno, eso es un 22 % de crecimiento con respecto al año anterior, entonces esperamos un comportamiento similar para 2017, por encima de 140.000 viviendas con subsidios. Además, va a ser el gran año de ejecución de la segunda fase de las 30.000 gratis. Ya tenemos 20.000 contratadas y al 20 de enero colocaremos primeras piedras en 112 municipios”.
