El Producto Interno Bruto aumentó a una tasa anualizada también gracias a un incremento del gasto gubernamental, dijo el Departamento de Comercio este viernes. Se trató del mejor desempeño desde el tercer trimestre de 2014.

Washington. La economía de Estados Unidos creció a su ritmo más veloz en casi cuatro años en el segundo trimestre debido a que los consumidores aumentaron el gasto y los agricultores apresuraron los envíos de soja a China antes de que entraran en efecto aranceles comerciales a comienzos de julio.

El Producto Interno Bruto aumentó a una tasa anualizada de un 4,1%, también gracias a un incremento del gasto gubernamental, dijo el Departamento de Comercio este viernes en su estimación del PIB del segundo trimestre. Se trató del mejor desempeño desde el tercer trimestre de 2014.

El crecimiento del PIB del trimestre de enero a marzo fue revisado a un ritmo de 2,2% desde una tasa reportada previamente de 2,0%, gracias a una nueva fuente de información y mejorías a la metodología.

En comparación al segundo trimestre de 2017, el PIB estadounidense creció un 2,8% entre abril y junio. La producción se expandió a una tasa de 3,1% en la primera mitad de 2018, lo que pone a la economía en camino a lograr la meta de crecimiento anual de 3% del Gobierno de Donald Trump.

Previamente en la semana, Trump publicó en Twitter que Estados Unidos "tiene las mejores cifras financieras en el planeta". El incremento del PIB del segundo trimestre cumplió con las estimaciones de analistas.

El dólar recortó su avance frente a una cesta de divisas tras la divulgación del dato, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense retrocedieron desde máximos de sesión. Las acciones, en tanto, abrieron al alza.

Washington impuso aranceles de un 25% sobre bienes chinos por un valor de US$34.000 millones a partir del 6 de julio, lo que provocó una respuesta similar de Pekín, que apuntó a la soja y otros productos agrícolas, así como a los automóviles fabricados en Estados Unidos.

Trump también fijó aranceles a las importaciones de acero y aluminio, lo que provocó represalias por parte de los principales socios comerciales de Estados Unidos, incluidos Canadá, la Unión Europea, México y China. También hubo una concentración de las exportaciones de otros bienes en el segundo trimestre.

El reporte del PIB también mostró que el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) excluyendo alimentos y energía, que es la medición de inflación preferida por la Fed, subió a una tasa de 2,0% en el segundo trimestre.

El índice de precios PCE subyacente subió a un ritmo de 2,2% en el período de enero e marzo.

El gasto del consumidor, que responde por más de dos tercios de la actividad económica en Estados Unidos, subió a una tasa de 4,0% en el segundo trimestre, una aceleración del ritmo de 0,5% del primer trimestre.