El máximo tribunal británico analizará a partir de hoy hasta qué punto tiene derecho el Parlamento a participar en las negociaciones del Gobierno de Reino Unido para el "brexit", la salida del país de la Unión Europea.
Once jueces de la Supreme Court de Londres deberán establecer si la primera ministra, Theresa May, debe tener la aprobación del Parlamento británico antes de iniciar las conversaciones con Bruselas.
Así lo estableció al menos el Tribunal Supremo en su fallo del 3 de noviembre, generando conmoción en el Gobierno de May, porque si el Legislativo interviene el calendario para las negociaciones podría alargarse más y además tener influencia sobre la estrategia de salida.
La audiencia ante la Corte Suprema comienza este lunes, durará cuatro días y se transmitirá en vivo a través de la web del organismo. El fallo no se conocerá antes de Navidad y se especula con que la fecha podría ser mediados de enero. La corte ha subrayado que actuará en base a preceptos jurídicos y no políticos.
Británicos aprobaron el "brexit"
Los británicos aprobaron el 23 de junio con una estrecha mayoría abandonar la Unión Europea. May quiere iniciar el proceso de negociaciones de salida a partir de finales de marzo.
Si el fallo de la High Court se confirma, el Parlamento tendrá poder para influir sobre la estrategia de negociación de May. Los defensores del "brexit" temen incluso que quiera evitar el abandono de la UE, en vista de que la mayoría de los legisladores en ambas cámaras es contraria a la salida.
La primera ministra rechaza la participación de los legisladores en el proceso, que debe llevarse a cabo en base al Artículo 50 del Tratado de Lisboa. Se trata de un asunto "exclusivo del Gobierno", alega May, si bien el Parlamento sería consultado.
Una de las impulsoras de la demanda fue la administradora de fondos de inversión Gina Miller, que argumentó que no se podía excluir al Legislativo de decisiones tan fundamentales como el abandono de la UE. Por el contrario, el Gobierno fundó su caso en la decisión del pueblo reflejada en el referéndum.