El anuncio se produce después de que el presidente costarricense, Carlos Alvarado, anunciara en octubre que el país retiraba su propuesta de negociar un programa de facilidad ampliada con el FMI ante la escalada de violencia derivada de estas negociaciones.
San José. El Gobierno de Costa Rica ha afirmado este jueves que acudirá a una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el fin de solventar el problema fiscal del país de manera permanente y alcanzar un superávit primario del 1% en 2023.
Así lo ha indicado el ministro de Comunicación, Agustín Castro, a través de un comunicado en el que ha explicado que la consecución de dicho objetivo "permitiría consolidar una trayectoria de estabilidad de mediano y largo plazo en las finanzas públicas del país".
El anuncio se produce después de que el presidente costarricense, Carlos Alvarado, anunciara en octubre que el país retiraba su propuesta de negociar un programa de facilidad ampliada con el FMI ante la escalada de violencia derivada de estas negociaciones, en las que se incluía la eliminación de varias empresas estatales.
El plan que el país diseñaba con la institución buscaba inyectar recursos por US$1.750 millones a las arcas públicas, en medio de la crisis derivada de la pandemia, de los cuales el país ya había recibido US$508 millones.
Tras estos anuncios, se originaron protestas por los términos implícitos en las negociaciones, donde se incluía un ajuste económico en el que se contemplaban impuestos a las transacciones bancarias, a la propiedad, los salarios o las remesas, entre otros.
En la nueva negociación que las autoridades emprendan con el organismo multilateral, el Gobierno propondrá un ajuste fiscal del 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB), que se alcanzaría con una solución que equilibre la reducción del gasto hasta el 1% del PIB, así como la reducción necesaria para cumplir la regla fiscal en los próximos cuatro años, que el Gobierno estima en un 3% del PIB.
La meta del ajuste fiscal también contempla la reducción de las exoneraciones fiscales hasta el 0,7% del PIB y el aumento de nuevos ingresos hasta el 0,8% del PIB.
Las autoridades del país centroamericano han indicado que la propuesta además de discutirse con el FMI, también se negociará con el parlamento.