El presidente Luis Guillermo Solís estuvo a cargo de la inauguración del evento, que forma parte de las actividades del Programa Regional de OCDE para América Latina y el Caribe, con representantes de gobierno de varios países.

San José. El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, inauguró este miércoles la segunda Cumbre Ministerial sobre Productividad en América Latina y el Caribe, organizada por el Ministerio de Comercio Exterior, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el Foro Global sobre Productividad y el Banco Mundial.

El evento forma parte de las actividades del Programa Regional de OCDE para América Latina y el Caribe, con representantes de gobierno de varios países y expertos internacionales.

La cumbre fue inaugurada por el presidente Solís, quien aseguró que su país se siente llamado a jugar un papel importante en el marco de su proceso de ingreso a la OCDE y ser una "caja de resonancia" de sus valores de la región.

"Esta cumbre brinda un espacio para continuar las discusiones iniciadas en la primera cumbre ministerial celebrada en Santiago de Chile en diciembre de 2016, pero esta vez con un enfoque en el aporte que la mayor integración comercial regional puede realizar al crecimiento de la productividad", comentó el ministro de Comercio Exterior del país anfitrión, Alexander Mora.

La cumbre contó con la participación de jerarcas o encargados de formulación de políticas públicas de México, Panamá, Guatemala, República Dominicana, Perú, Colombia, Argentina y Costa Rica.

También participaron investigadores del Banco Mundial, OCDE, Fondo Monetario Internacional, Banco de México, Banco Central de Costa Rica, Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica, SIECA, Universidad de Berkeley, Trinity College of Dublin (Irlanda) y Universidad Adolfo Ibáñez (Chile).

Los académicos presentaron los resultados de investigaciones relacionadas con productividad en áreas como: política regulatoria, distorsiones en los mercados, asignación ineficiente de recursos, facilitación del comercio, integración en cadenas globales de valor, ganancias de productividad derivadas de la inversión extranjera directa, capacidad de ajuste de las empresas y adopción de nuevas tecnologías.