El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, firmó el conjunto de medidas que forman parte de las acciones que junto a la aprobación de una reforma fiscal, podrían combatir el faltante en las finanzas públicas del país.
San José. El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, firmó este viernes cuatro decretos, cinco directrices presidenciales y un proyecto de ley como parte de medidas para atacar el déficit fiscal en su país.
Las medidas fueron anunciadas esta semana por la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, ante la Asamblea Legislativa, como parte de las acciones que junto a la aprobación de una reforma fiscal, podrían combatir el faltante en las finanzas públicas del país.
Entre las medidas oficializadas está el establecimiento de un tope para que se utilice sólo un 25% de las plazas vacantes en el gobierno, así como la detención de nuevos incentivos salariales.
Alvarado también pretende extender el uso de la firma digital y el teletrabajo en el sector público para hacerlo más eficiente, además de un recorte a las horas extras, las actividades protocolarias, la publicidad, el transporte y los viáticos al exterior.
En suma, estas acciones ahorrarían al gobierno de Costa Rica unos US$100 millones, y ya han recibido comentarios positivos del Banco Mundial y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El mandatario costarricense aseguró que con estas medidas hacen lo que el Poder Ejecutivo tiene a su alcance, pero recalcó que también es necesario que los diputados aprueben la reforma fiscal para mejorar los ingresos del gobierno.
"Si vemos el margen de acción que tiene el Ejecutivo, estas medidas yo las calificaría de suficientes, siempre estamos buscando más cosas, pero hemos ampliado ese rango de acción y lo hemos ejecutado. En las medidas que ponemos acá para resolver el tema, no nos hemos guardado nada, y cuando encontramos nuevos elementos, los presentamos", comentó Alvarado.
La pretensión del gobierno costarricense con este conjunto de medidas y los cambios en los impuestos es reducir el déficit al menos en un 3% del Producto Interno Bruto en un periodo de tres años, pero sobre todo, reducir el nivel de endeudamiento que ya alcanza un 50% del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin estas medidas, el déficit estimado para Costa Rica al finalizar este año sería de 7,1% del PIB.