Para el real brasileño se prevé un fortalecimiento de 8,8% a 3,5 unidades por dólar en 12 meses, de acuerdo con la mediana de 26 estimaciones recopiladas el 4 y 5 de junio, comparado con 3,4 en una encuesta anterior.
Brasilia. Las monedas de Brasil y México se fortalecerían pero las proyecciones de los estrategas de mercado encuestados por Reuters se extienden en rangos extremadamente amplios, lo que sugiere que las expectativas de un inminente repunte desde una ola de bajas reciente podrían ser prematuras.
Para el real brasileño se prevé un fortalecimiento de 8,8% a 3,5 unidades por dólar en 12 meses, de acuerdo con la mediana de 26 estimaciones recopiladas el 4 y 5 de junio, comparado con 3,4 en una encuesta anterior. La moneda ha caído algo más de 16 por ciento desde febrero.
El peso mexicano, que se desplomó más de 10% desde abril, se apreciaría 8,6% a 18,83 unidades por dólar, un alza desde la estimación anterior de 18,5.
Si bien se trata de cambios aparentemente menores después de que ambas divisas se hundieron casi0 6 por ciento en mayo, las proyecciones probablemente ocultan el grado en el que la perturbación está forzando a los analistas a rehacer sus cálculos.
El desvío estándar para las estimaciones del real brasileño, usado comúnmente para medir la dispersión, subió fuertemente al máximo desde el sondeo mensual publicado en mayo de 2016, en medio de los procedimientos de impugnación de la expresidenta Dilma Rousseff. El desvío estándar para las estimaciones del peso mexicano alcanzó el récord de 15 meses.
Esto sugeriría que los pronosticadores finalmente están asumiendo la escalada de los rendimientos de los bonos estadounidenses, las crecientes probabilidades de una pelea comercial entre Estados Unidos y México y una menor posibilidad de que el ganador de las elecciones brasileñas de este año logre recortar el gasto público, luego de haber restado importancia a esos riesgos por meses.
"Algunos estrategas probablemente están esperando hasta que las cosas se calmen un poco antes de revisar sus proyecciones, pero no se puede negar que la subida del dólar fue mucho más veloz de lo que casi todo el mundo esperaba", dijo el jefe de estrategia de Mizuho Securities, Luciano Rostagno. "Esto podría ser solo el primer paso de una ola más grande de revisiones".
Rostagno mismo rectificó sus proyecciones para el real después de una huelga nacional de camioneros contra los altos precios del diésel al final de mayo, que forzó al gobierno a aplicar subsidios al diésel incluso cuando se esfuerza por cubrir un creciente déficit presupuestario.
La huelga llevó a muchos economistas a rebajar las estimaciones para el crecimiento del Producto Interno Bruto y elevar las de inflación.
Pero también podría haber dejado al descubierto la fragilidad de la repetida afirmación de los expertos en proyecciones, de que el ganador de las elecciones presidenciales de este año, las más difíciles de predecir en décadas, mantendrá una plataforma de recortes de gastos, privatizaciones y desregulación.
"La opinión pública demostró ser muy favorable a la huelga, lo que muestra que la población no apoya una agenda de reformas. Esto es preocupante porque Brasil se encuentra en una situación fiscal delicada y se necesitan reformas para hacer que la deuda vuelva a un sendero sostenible", dijo Rostagno.
México también enfrenta elecciones presidenciales, que han generado inseguridad entre los inversores.
El nacionalista Andrés Manuel López Obrador, a quien se oponen algunos en la comunidad de negocios por sus planes para revisar los contratos petroleros y un aeropuerto en construcción en Ciudad de México, sigue siendo el claro favorito, pero la composición futura del Congreso aún es un interrogante.