El periódico oficial Granma dijo este jueves que las nuevas alternativas de préstamos están destinadas a impulsar la producción agrícola, el trabajo por cuenta propia y la construcción de viviendas.

La Habana. Cuba abrirá el mes próximo nuevas posibilidades de crédito y otros servicios bancarios para impulsar a los negocios privados, siguiendo el rumbo de las reformas emprendidas por el presidente Raúl Castro para reactivar la frágil economía socialista.

El periódico oficial Granma, del gobernante Partido Comunista, dijo este jueves que las nuevas alternativas de préstamos están destinadas a impulsar la producción agrícola, el trabajo por cuenta propia y la construcción de viviendas, uno de los temas pendientes del gobierno.

"Las normativas que regulan la política crediticia y otros servicios bancarios (...) entrarán en vigor el próximo 20 de diciembre (...) y están dirigidas en lo fundamental a estimular la producción nacional generadora de divisas o que sustituya importaciones", dijo Granma, citando un decreto publicado en la Gaceta Oficial.

Cuba ha arrendado tierras ociosas en usufructo a unos 150.000 agricultores en los últimos dos años y desde octubre del 2010, ha concedido licencias para ejercer el trabajo privado a unos 340.000 cubanos.

Las nuevas opciones para acceder a créditos es la más reciente medida del Ejecutivo para dar una mayor apertura a la economía doméstica dentro del plan de más de 300 reformas aprobadas en abril durante un congreso del gobernante Partido Comunista.

Las reformas emprendidas por Raúl Castro, quien reemplazó en la presidencia del país a su hermano Fidel en el 2008, incluyen la expansión del sector "no estatal" en la agricultura y el negocio minorista, con expectativas de que en el 2015 representen un tercio de la fuerza del trabajo de la isla, comparado con el 15 por ciento reportado en el 2010, según cifras oficiales.

Los nuevos empresarios cubanos deberán pagar impuestos a la renta, las ventas y también por la contratación de mano de obra. La expansión del sector privado pretende absorber parte de los más de un millón de empleos públicos que Castro está recortando en un intento por reducir el peso del Estado.