La Ley de Inversión Extranjera en vigor, aprobada en 1995, asigna al capital extranjero un papel de “complemento” a las inversiones estatales cubanas, cuyas acciones deben ser más del 50% en cada empresa mixta creada y aportar básicamente tecnología y mercado.
Cuba. La nueva ley de inversión extranjera en Cuba, que el Parlamento aprobará en marzo, será más “profunda” que la actual, pues el capital foráneo podrá jugar un mayor papel que hasta ahora en la economía de la isla, dijo un alto funcionario.
“Los recursos extranjeros trascenderían ahora el papel de complemento a los esfuerzos inversionistas de la isla y ocuparían un papel importante, incluso en áreas como la agricultura, donde no es frecuente la inversión foránea”, dijo Pedro San Jorge, director de Política Económica del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, citado este sábado por el semanario Opciones.
La Ley de Inversión Extranjera en vigor, aprobada en 1995, asigna al capital extranjero un papel de “complemento” a las inversiones estatales cubanas, cuyas acciones deben ser más del 50% en cada empresa mixta creada y aportar básicamente tecnología y mercado.
Solo en casos excepcionales, y por interés del país, esta proporción puede ser favorable al capital extranjero.
San Jorge señaló que se ha decidido hacer la ley “mucho más profunda y ajustada a las circunstancias presentes del país”.
El gobierno de Raúl Castro aplica unas 300 reformas económicas para “actualizar” el agotado modelo económico de la isla, de corte soviético.
Esos cambios buscan mayor eficiencia y rentabilidad en la economía, a partir de incrementar el trabajo privado y cooperativo, así como conceder autonomía a más de dos mil 800 empresas estatales.
El pasado diciembre, Raúl Castro anunció una sesión extraordinaria del Parlamento en marzo para aprobar esa legislación.
La nueva ley contribuiría a atraer capitales y tecnología de punta, además de generar nuevos empleos y coadyuvar a sustituir importaciones.