Golpeadas por las sanciones estadounidenses, la pandemia y una economía ineficiente controlada por el Estado, las autoridades cubanas sostienen que es una medida temporal debido a que el peso cubano no tiene valor en el extranjero y carece de una moneda negociable para importar bienes.
La Habana. Cuba, con problemas de liquidez, está abriendo cada vez más puntos de venta en divisas para comercializar alimentos, artículos de higiene, electrodomésticos y otros productos que escasean, una acción que irrita a los cubanos que se ganan la vida con la moneda local, el peso.
Golpeadas por las sanciones estadounidenses, la pandemia y una economía ineficiente controlada por el Estado, las autoridades cubanas sostienen que es una medida temporal debido a que el peso cubano no tiene valor en el extranjero y carece de una moneda negociable para importar bienes.
La apertura de las tiendas, muchas de ellas con escasez de productos, está agravando la división entre los cubanos que tienen y los que no tienen divisas, un mecanismo que surgió tras la caída de su antiguo benefactor, la Unión Soviética, en la década de 1990. En la isla, entonces, muchos cubanos tenían acceso a dólares y otras monedas extranjeras adquiridas mediante remesas, los turistas y algunas actividades no estatales.
"Esta es una situación que la vida nos ha obligado a mantener un cierto nivel de oferta en el mercado", dijo el ministro de Economía, Alejandro Gil, durante una comparecencia televisiva.
"Es transitorio y nuestro futuro es (...) que todas las transacciones en el país sean en pesos cubanos", dijo.
Sus declaraciones no proporcionaron consuelo a Manuel Torres, que trabaja para una panadería estatal que vende pan subsidiado y racionado en La Habana.
"Con 315 pesos cubanos al mes, que son tres dólares, ¿qué vas a comprar?", dijo irritado, al agitar un puñado de pesos en el aire.
El país compra más del 60% de los alimentos que consume en el exterior e insumos para casi todo lo demás que produce.
Analistas sostienen que la economía disminuirá alrededor del 8% este año después de estancarse en 2019, y el comercio exterior retrocederá en un 30%.
En la actualidad son visibles largas filas fuera de las tiendas, mientras los residentes buscan productos básicos, incluso en puntos de venta que manejan ya el dólar a través de tarjetas de débito.
Las tiendas en divisas surgieron por primera vez en Cuba en 1994. Después las compras se cambiaron a pesos convertibles locales, equivalente a 24 pesos por dólar, en 2004. El año pasado comenzaron a aparecer nuevamente en la isla.
Expertos estiman que alrededor del 40% de la población de 11,2 millones de habitantes recibe remesas, mientras que la pandemia ha cerrado el turismo.
El Estado carece de dólares para cambiar por pesos, lo que eleva la tasa informal de cambio a 50 pesos o más por un dólar.
El gobierno cubano tampoco tiene dólares para canjear por el peso convertible, que se espera sea eliminado próximamente. Ahora se cotizan hasta dos pesos convertibles por un dólar en el mercado informal, el doble que en 2019.
David Pereira, quien estaba en un banco local abriendo una cuenta de tarjeta de débito en dólares, dijo que necesitaba comprar productos de higiene personal que solo se vendían con dinero negociable pero que no tenía lo suficiente.
"¿Cómo lo obtengo?", dijo. Esa es mi pregunta y nadie la puede responder. "¿Cómo obtengo ese producto que está en una moneda a la que no tengo acceso?", señaló Pereira.