Ministros asistentes al Foro Económico Mundial acordaron impulsar un acuerdo marco en las conversaciones de Doha e instruyeron a sus negociadores para hacer los compromisos necesarios para alcanzarlo.
Davos, Suiza. Mientras Estados Unidos alabó un nuevo tono de las negociaciones de un acuerdo comercial global, pero dijo que aún tenía que ver progreso sustantivo en la ronda de Doha de una década de antigüedad, los otros asistentes, en particular Europa, puso el acento en que todavía queda mucho por hacer para superar la peor crisis financiera y económica desde la Gran Depresión.
En cuanto a las expectativas de crecimiento, para los expertos están serán positivas este año, aunque advierten que se mantiene un elevado nivel de incertidumbre.
Funcionarios estadounidenses dicen que han trabajado duramente para inyectar nuevo realismo a las conversaciones de Doha que se han estacando en varias ocasiones desde su lanzamiento a finales del 2001, pero recientemente han cobrado nueva vida.
"Hay sin dudas una sensación renovada, en algunos de urgencia, en algunos de optimismo, pero (...) aún tiene que verse un avance sustancial", dijo el representante de Comercio de Estados Unidos, Ron Kirk. "Pero sí creemos que hay una dinámica diferente de negociación", dijo a Reuters en una entrevista.
Kirk hablaba después que dos decenas de ministros de comercio, reunidos en el marco del Foro Económico Mundial en Davos, acordaron impulsar un acuerdo marco en las conversaciones de Doha e instruyeron a sus negociadores para hacer los compromisos necesarios para alcanzarlo.
Uno de los obstáculos para lograr un acuerdo en los últimos años fue una diferencia entre Estados Unidos y grandes economías emergentes como China, Brasil e India sobre el papel que deben desempeñar en la apertura de mercados.
Washington sostiene que la creciente influencia económica de las economías emergentes significa que tienen el deber de brindar más oportunidades a los exportadores de otros países, mientras los países emergentes dicen que ya han ofrecido suficiente en una negociación que se supone que beneficie a los países en desarrollo.
La relación entre Estados Unidos y China -llena de diferencias desde la defensa a las monedas- es la clave de las conversaciones de Doha y de otros asuntos geopolíticos.
Kirk dijo que esta relación había evolucionado de modo significativo. "Se siente que ha habido un cambio político demostrable y un cambio positivo en el tono de nuestro compromiso con nuestros colegas de China", dijo.
Esto no significa que China haya hecho los compromisos comerciales que Estados Unidos estaba buscando. "Pero tenemos un ambiente mucho más positivo para esa conversación", dijo.