La medida representó tan solo un alivio efímero para los activos de América latina, que el viernes volvieron a debilitarse por la incertidumbre acerca de cuándo es que efectivamente la Fed comenzará a ajustar el costo del crédito, entre otros factores.
Los operadores de monedas latinoamericanas se volcarán a cuestiones particulares de los países de la región esta semana luego de que se despejó el interrogante del último encuentro de la Reserva Federal estadounidense, con su decisión de dejar las tasas de interés sin cambios.
La medida representó tan solo un alivio efímero para los activos de América latina, que el viernes volvieron a debilitarse por la incertidumbre acerca de cuándo es que efectivamente la Fed comenzará a ajustar el costo del crédito, entre otros factores.
La firma de divisas Brown Brothers Harriman dijo que para el real brasileño, "el máximo de 4 (dólares por unidad de moneda de Brasil) sigue a la vista (...) los factores domésticos sugieren que continuará teniendo un desempeño inferior dentro de los mercados emergentes".
El clima político está agitado en Brasil, donde la presidenta Dilma Rousseff, que enfrenta la amenaza de una impugnación, dijo en una entrevista que utilizar una crisis como un mecanismo para llegar al poder es una "versión moderna de un golpe de Estado".
En México el mercado estará pendiente del anuncio de política monetaria que hará este lunes el banco central y del dato de inflación de la primera quincena de septiembre que saldrá el jueves. Según banco Base, el peso cotizaría en niveles inferiores a los de la primera mitad de este mes.
En tanto, la firma 4Cast dijo que en Colombia el peso seguiría debajo de 3.000 por dólar. Los datos domésticos favorables en el país apuntalan la idea de una subida de tasas de interés, pero la falta de acción de la Fed podría enfriar esa iniciativa.
En Perú, el sol, la moneda local, operaría con un sesgo al alza ante el vencimiento de contratos a futuro que impulsaría a los bancos a vender dólares al contado por tener mayores restricciones en las operaciones con derivados. El sol podría negociarse entre 3,175 y 3,205 unidades por dólar.
En Argentina, el peso mayorista continuará en su camino descendente con la regulación diaria del Banco Central, aunque a un ritmo menor de las recientes bajas en otras monedas regionales. Operadores dijeron que el peso irá hacia 9,41 por dólar. La brecha con el mercado marginal rondará 70 por ciento.
En Estados Unidos, el clímax ya pasó con el último encuentro de la Fed, aunque un nuevo discurso programado para esta semana de parte de su presidenta, Janet Yellen, acaparará la atención. También se conocerán cifras finales del Producto Interno Bruto del segundo trimestre.
