Cifras a conocerse más adelante en la semana confirmarían que la economía brasileña se desaceleró drásticamente en el cuarto trimestre y que es poco probable que la lenta actividad haya revertido su ritmo al inicio de este año.
Brasilia. El déficit de cuenta corriente de Brasil se amplió levemente y las inversiones extranjeras se desaceleraron con fuerza en enero, en comparación al mismo mes del año anterior, mostraron este lunes cifras del Banco Central del país, a medida que la economía tiene un cauto inicio en la era del presidente Jair Bolsonaro.
Cifras a conocerse más adelante en la semana confirmarían que la economía brasileña se desaceleró drásticamente en el cuarto trimestre y que es poco probable que la lenta actividad haya revertido su ritmo al inicio de este año.
La brecha de US$6.550 millones en la cuenta corriente de enero fue la mayor para ese mes en cuatro años, levemente más amplia que los US$6.350 millones estimados en un sondeo de Reuters y la más abultada para cualquier mes desde febrero del 2015.
Una reducción en el superávit comercial fue el principal responsable. Las importaciones subieron un 16,2% a US$16.900 millones en enero, al tiempo que las exportaciones aumentaron sólo un 9,4% a US$18.500 millones, recortando el superávit comercial a US$1.600 millones.
Fue el tercer déficit mensual de cuenta corriente seguido. Pero para los 12 meses a enero, la brecha se mantuvo relativamente estable en 0,78% del Producto Interno Bruto, aseguró el Banco Central.
Mientras, la Inversión Extrajera Directa (IED) hacia Brasil totalizó US$5.900 millones en enero, el menor nivel desde julio del año pasado y muy por debajo de los US$8.400 millones de hace un año. También marcó la mayor caída mensual desde abril del 2018.
Los flujos de IED se han desacelerado por tres meses consecutivos, una racha no vista desde mayo-julio de 2016, mostraron cifras de Reuters. En los 12 meses a enero, la IED totalizó US$85.800 millones, o un 4,55% del PIB, según el Banco Central.