La cifra entregada por el Tesoro este martes la brecha de US$114.000 millones pronosticada por economistas y por sobre el déficit de US$98.000 millones registrados en octubre del 2011.
Washington. El déficit presupuestario de Estados Unidos aumentó en octubre, el primer mes del año fiscal 2013, mientras inminentes negociaciones sobre reducciones de gastos y recortes de impuestos que van a expirar dominaban el panorama post electoral.
El Tesoro dijo el martes que el déficit de presupuesto estadounidense ascendió a US$120.000 millones en octubre, más que la brecha de US$114.000 millones pronosticada por economistas y por sobre el déficit de US$98.000 millones registrado en octubre del 2011.
El crecimiento de los gastos superó al de los ingresos, lo que profundizó el déficit. Los desembolsos aumentaron a US$304.000 millones desde cerca de US$262.000 millones el mismo mes del año pasado, mientras que los ingresos subieron a US$184.000 millones desde US$163.000 millones.
Tras la reelección del presidente Barack Obama la semana pasada, el debate en Washington ha mudado rápidamente hacia la combinación de exenciones tributarias y nuevas reducciones de gastos conocida como "abismo fiscal".
Los legisladores involucrados en el debate se reunieron en Washington el martes por primera vez desde las elecciones, estableciendo el escenario para una semana de discusiones.
El Congreso estadounidense acaba de volver de un receso tras las elecciones del 6 de noviembre. En primer lugar de la agenda legislativa está la convergencia a fin de año de urgentes temas tributarios y de gastos que, si no se manejan bien, podrían hacer que la economía estadounidense caiga en otra recesión.
Estados Unidos registró superávit fiscal en septiembre, el último mes del año fiscal 2012, pero la leve alza de los ingresos no impidió que el déficit del país superara el billón de dólares anual por cuarto año consecutivo.
La brecha fiscal del 2012 fue de US$1,089 billones, menor al déficit de US$1,297 billones del año pasado, en gran medida gracias a mayores ingresos tributarios por ganancias corporativas y menos gastos.