Los datos difundidos por el Ministerio de Economía y Finanzas muestran un déficit fiscal equivalente a 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre del año pasado, distinto al 3,3% estimado inicialmente.
El Observador de Uruguay. El déficit fiscal se redujo en el último año respecto a 2016, pero a un ritmo menor al previsto por el gobierno en la última Rendición de Cuentas que lo sitúa a niveles similares a los que dejó la anterior administración de gobierno.
Los datos difundidos por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) muestran un déficit fiscal equivalente a 3,5% del PIB al cierre de 2017.
Si se compara con el año anterior, los números rojos de las cuentas públicas se redujeron en 0,4 puntos del PIB.
De todas maneras, la previsión del gobierno para este año era otra. En la última Rendición de Cuentas, el equipo económico preveía que 2017 cerraría con un déficit fiscal de 3,3% del PIB y que volvería a reducirse a 2,9% en 2018, para llegar a 2,5% en el último año de esta gestión.
Los analistas que contestaron en enero la Encuesta de Expectativas Económicas de El Observador prevén para el cierre de este año que el déficit fiscal se mantenga en los mismos niveles que en 2017, pese a las previsiones del gobierno.
La norma en las distintas administraciones –con la excepción de la gestión de Jorge Batlle– desde el restablecimiento de la democracia ha sido incrementar progresivamente el déficit fiscal durante los dos últimos años de gobierno. Los expertos no confían en que la segunda administración de Tabaré Vázquez sea diferente.
La baja del rojo de las cuentas públicas del último año se vio alentada por el incremento de la recaudación impositiva a partir de la suba de IRPF e IASS contenida en el ajuste fiscal de la última Rendición de Cuentas. Los ingresos de la DGI aumentaron en el equivalente a 0,8% del PIB.
De todas maneras, otras áreas de gasto compensaron una parte de esa mejora. Las pasividades aumentaron 0,5 puntos y las remuneraciones de los funcionarios públicos, 0,1 puntos. A su vez, el déficit del Banco de Previsión Social aumentó 0,3 puntos, a 7,8% del PIB.
De esta manera, el déficit fiscal primario –antes de pagar intereses de deuda– se redujo de 0,5% del PIB a 0,2%.
El resultado primario resulta importante de estudiar en la medida en que determina el rango de acción del gobierno en áreas claves, como por ejemplo la compra de dólares con recursos genuinos para hacer frente al atraso cambiario.