En su plan fiscal a mediano plazo, el gobierno de Antonis Samaras prevé que la economía retroceda 6,5% en todo 2012, y 4,5% el año próximo.
La crisis económica griega se profundizó en el tercer trimestre, con una reducción de 7,2% en la producción en términos interanuales, en momentos en que el país sumergido en una profunda deuda soberana se encamina a su sexto año de depresión.
La contracción fue mayor a la del segundo trimestre, en el que se había registrado una caída de 6,3%, y llega tras la aprobación de un duro presupuesto 2013 del gobierno del primer ministro Antonis Samaras, que estima que los problemas de crecimiento continuarán la mayor parte del año entrante.
Desde 2009, el retroceso económico del estado del Mediterráneo -que Samaras apodó la Gran Depresión Griega- ha carcomido un quinto de la producción y dejado sin trabajo a uno de cada cuatro griegos.
Analistas dijeron que la lectura podría apuntar a un pronóstico aún más sombrío, dado que fue compensada por ingresos mejores de lo esperado en el vital sector turístico del país.
"Creo que la recesión continuará profundizándose hasta la primera mitad del 2013, debido a la implementación de todos los recortes", dijo Xenophon Damalas, jefe de servicios de inversión del banco Marfin Egnatia en Atenas.
"Si no hubiésemos tenido tan buen panorama en el turismo este año, la recesión hubiera sido más profunda", agregó.
En su plan fiscal a mediano plazo, el Gobierno prevé que la economía retroceda 6,5% en todo 2012, y 4,5% el año próximo. También pronostica una leve recuperación que comenzaría a fines de 2013 y un crecimiento de 0,2% para 2014.
La prolongada caída de Grecia ha minado la capacidad de Atenas de cumplir con las metas delineadas en su programa de rescate, que implican un recorte presupuestario que incentiva aún más el descontento popular por los ajustes.
El país de 11 millones de habitantes está esperando la entrega de más de 30.000 millones de euros en asistencia de parte de sus prestamistas internacionales para pagar deuda y apuntalar a su sector bancario.
Pero un enfrentamiento público este martes entre los prestamistas sobre cómo Atenas puede reducir sus deudas a un nivel sostenible reavivó los temores de que sus problemas financieros y los de Europa en conjunto puedan resurgir.
Las condiciones podrían empeorar bajo el presupuesto 2013, que incluye más de 9.000 millones de euros en nuevos aumentos impositivos y reducciones de gastos. Esos recortes recaerán con mayor fuerza sobre pensionados y trabajadores del sector público.