Los funcionarios de la Reserva Federal siguen argumentando que el peligro pasará, pero el riesgo de que el desplome de las acciones golpee el gasto del consumidor, el principal motor de la economía estadounidense, aumenta a medida que el mercado permanezca debilitado.
Washington. Los funcionarios de la Reserva Federal se muestran por ahora tranquilos, pero la pérdida de US$2,5 billones de valor en el mercado bursátil y un posible retroceso del gasto del consumidor pueden sacar a la Fed de su curso para subir gradualmente las tasas de interés.
Los funcionarios siguen argumentando que el peligro pasará, pero el riesgo de que el desplome de las acciones golpee el gasto del consumidor, el principal motor de la economía estadounidense, aumenta a medida que el mercado permanezca debilitado.
Investigaciones de la Fed y otros estudios calculan que una caída de hasta un 6% del patrimonio neto de los hogares pueda surgir y llevar a un menor gasto del consumidor. Eso significa que, a menos que el mercado se recupere pronto, se pueden perder hasta US$150.000 millones de consumo en los próximos meses, un descenso cercano a un 1 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Los funcionarios de la Fed se reunirán el martes y el miércoles por primera vez desde que en diciembre subieron la tasa de interés. Si bien no se espera un movimiento del tipo, los inversores analizarán el comunicado para ver cómo los eventos recientes han influido en la perspectiva del banco central.
Desde la última reunión los precios del petróleo se han desplomado a mínimos de muchos años, la preocupación por China ha sacudido a los mercados bursátiles y funcionarios de la Fed han expresado su temor de que una reciente baja de las expectativas de inflación en Estados Unidos pueda hacer mella en la confianza de los hogares y las empresas.
Los banqueros centrales usualmente consideran las fluctuaciones de los mercados como irrelevantes para la política monetaria, a menos que sean de tal magnitud que golpeen a la inversión de las empresas, la contratación o el gasto de los consumidores.
Preocupación por el gasto. Análisis independientes y una revisión de cifras realizada por Reuters sugieren que este puede ser el caso, por el efecto que podría tener en el patrimonio una baja en los mercados accionarios que, si se mantiene en el tiempo, puede erosionar buena parte del crecimiento económico que espera la Fed.
Otros indicadores del gasto del consumidor han comenzado a quedarse estables o a apuntar a que las familias vigilarán sus bolsillos.
La tasa de ahorros personales subió hasta fines del año pasado hasta alcanzar un 5,6% del ingreso disponible en noviembre, desde un 4,8% promedio de 2013 y 2014.
Esto podría apuntar a una recaída de los consumidores en la cautela, como ocurrió en las primeras etapas de la recuperación tras la recesión de 2007-2009, cuando los hogares se concentraron en ordenar sus finanzas.
Las ventas minoristas cayeron en diciembre, el punto alto de la temporada navideña, contribuyendo a decepcionantes resultados de tiendas como Macy's y a un anuncio de planes de Wal-Mart para cerrar más de 150 tiendas en Estados Unidos.
"Cuando pones todo junto, si las acciones siguen débiles, aumentan los ahorros y comienza a bajar la confianza del consumidor, tienes un cuento que apunta a la misma dirección: quizás haya menos crecimiento del consumo", dijo Ben Herzon, economista senior de Macroeconomic Advisers.
Oxford Economics recientemente calculó que una baja de un 20% de los mercados bursátiles mundiales desde mayo puede dejar al crecimiento de Estados Unidos cerca de 2 puntos porcentuales por debajo de lo que habría ocurrido de otra manera, borrando casi la mitad de la expansión que anticipa la Fed en su pronóstico de base.
La Fed no parece preparada para frenar sus planes de alejarse más de una tasa de interés cercana a cero, con un programa para una segunda alza del costo del crédito en marzo o abril y hasta otros tres incrementos antes de que termine el año.
Pero los riesgos para ese panorama están creciendo. Los inversores ya han postergado sus expectativas para la segunda alza de tasas hasta bien entrado el 2016, y los funcionarios de la Fed han comenzado a ventilar su preocupación por factores como la reciente baja en las expectativas de inflación.
Si sigue el continuo flujo de malas noticias en los mercados y en la economía global, el banco central de Estados Unidos se puede ver forzado a revisar su plan para aumentar más las tasas este año, según analistas y recientes comentarios de funcionarios de la Fed.
"Un fuerte gasto del consumidor debería de ser suficiente para mantener el crecimiento económico de Estados Unidos en positivo, pero ante numerosas dificultades, los riesgos para este panorama parecen moverse a la baja", dijeron analistas de Credit Suisse en un reciente reporte. "Los eventos de las semanas recientes sugieren que la situación se ensombrece".