La empresa de estudios de crédito Boa Vista/SCPC reportó que los pedidos de quiebra aumentaron un 187,5% en julio en comparación con el mismo mes del año pasado.
Rio de Janeiro. Las solicitudes de bancarrota de las compañías brasileñas se dispararon en julio hasta un máximo de los últimos tres años, en un reflejo de la drástica desaceleración económica.
La empresa de estudios de crédito Boa Vista/SCPC reportó que los pedidos de quiebra aumentaron un 187,5% en julio en comparación con el mismo mes del año pasado y más que se duplicaron en los primeros siete meses del 2012.
Los datos han sorprendido a un mercado que anticipa una recuperación de la economía tras un pronunciado frenazo.
Serasa Experian, otra firma de investigación de crédito, reportó que enero y mayo fueron los meses con mayor número de pedidos de reorganización judicial desde la creación de la norma en el 2005, con 86 y 82 solicitudes, respectivamente.
Las bancarrotas de empresas de mediano tamaño cobraron fuerza este año, a medida que la desaceleración económica y un aumento de los incumplimientos de pagos de los clientes complicaban su supervivencia.
"Se volvió cada día más difícil de conseguir crédito, especialmente préstamos para capital de trabajo, para suplir problemas de caja", dijo el economista de Boa Vista/SCPC Flávio Calife.
La tendencia subraya la naturaleza desigual de la desaceleración en Brasil, donde algunos sectores cargan con el peso de una erosión en la confianza de los consumidores, un crédito más restringido y cambios repentinos en la política económica.
Aunque la creación de empleos y el crecimiento de los salarios se han mantenido relativamente fuertes este año, la producción manufacturera se ha desplomado.
El crédito en la mayor economía de América Latina está creciendo a un ritmo del 17% anual, contra un 21% a comienzos de este año, mientras los bancos privados se mueven con pies de plomo tras el aumento de la morosidad en medio de presiones del Gobierno para rebajar las tasas de interés.
Los bancos están reduciendo la oferta de crédito, según una reciente encuesta del Banco Central. Itaú Unibanco Holding y Banco Bradesco, los dos mayores bancos privados de Brasil, redujeron el mes pasado sus proyecciones para el crecimiento de los préstamos en el 2012.
La abogada Juliana Bumachar del bufete Bumachar Advogados comentó que el aumento de las solicitudes de bancarrota recuerda el comportamiento durante la crisis financiera global. Tras el derrumbe del banco de inversiones Lehman Brothers Holdings Inc en septiembre del 2008, los pedidos de bancarrota se triplicaron en Brasil, recordó.