Los desacuerdos remarcan la persistente resistencia política a la impopular reforma, pese a concesiones del presidente Michel Temer para hacer que su plan sea más aceptable para legisladores que enfrentan elecciones el próximo año.
Las discrepancias por cambios a la edad mínima de jubilación para las mujeres retrasó la presentación del borrador de una reforma del sistema de pensiones del gobierno de Brasil hasta el miércoles, dijo el martes un importante parlamentario.
Los desacuerdos remarcan la persistente resistencia política a la impopular reforma, pese a concesiones del presidente Michel Temer para hacer que su plan sea más aceptable para legisladores que enfrentan elecciones el próximo año.
El diputado Carlos Marun, quien encabeza el comité de la Cámara baja que votará inicialmente sobre la propuesta, dijo que continúan las discusiones respecto a si incluir o no una edad de jubilación reducida para las mujeres, de 62 o 63 años, entre los cambios que apuntan a asegurar la aprobación de la reforma.
La propuesta original de Temer estableció una edad mínima de jubilación de 65 años para hombres y mujeres. Brasil es uno de los pocos países en el mundo sin una edad mínima de jubilación.
Funcionarios del Gobierno dijeron que el gobierno probablemente va a aceptar el cambio para conseguir la aprobación de la reforma, considerada un paso clave para sacar a Brasil de su peor recesión histórica.
Las preocupaciones de los inversores por posibles retrasos a la reforma han pesado sobre la demanda por activos brasileños en los últimos días. El índice referencial de la Bolsa de Valores de Sao Paulo, Bovespa, perdía un 0,47% el martes a las 1615 GMT.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que la recuperación de la economía brasileña depende de la implementación del cambio al sistema de pensiones y de otras reformas fiscales.
La propuesta debe ser aprobada por el comité de la Cámara baja antes de que pueda ser sometida a la votación del Parlamento completo. Como es una enmienda constitucional, debe ser aprobada por una mayoría de tres quintos en dos votaciones distintas por parte de la Cámara de Diputados y del Senado.