Operadores y analistas latinoamericanos han mostrado optimismo en que se logre una fórmula de solución para la crisis europea. "Las monedas emergentes vienen apreciándose y va a seguir así. Soy optimista de que surjan buenas noticias", aseguró el analista Federico Araújo de Merfin Sociedad de Bolsa de Montevideo.
Caracas. Las monedas latinoamericanas tendrían suficientes fundamentos económicos para mantenerse en alza esta semana, pero su desempeño estará atado a lo que haga la zona euro para frenar una crisis de deuda que desde hace más de un año mantiene en vilo al mercado financiero mundial.
Se espera que para el miércoles los países de la zona euro lleguen a un acuerdo para reducir la carga de deuda de Grecia, fortalecer a los bancos de la región, mejorar el liderazgo económico en la Unión Europea y maximizar el poder del fondo de rescate FEEF para evitar el contagio a países más grandes de la unión monetaria.
La cautela que predomina en los mercados internacionales mientras se busca una solución a la crisis europea opacaría la entrega de buenas cifras económicas en la región y el apetito por el riesgo, que habían sostenido a las monedas latinoamericanas en los últimos días.
"El rumbo de las monedas dependerá de los titulares. Escuchamos de mucho capital puesto a trabajar (...), vimos muchos fondos de vuelta a los mercados emergentes de moneda. Sin embargo, el problema es que los mercados permanezcan muy volátiles", aseguró Flavia Cattan-Naslausky, estratega senior de moneda de RBS Securities en Stamford, Connecticut.
"Nos mantenemos (en América Latina) debido a su posición, sus fundamentos, su relativo crecimiento. Pero conservamos la cautela dada la volatilidad en torno a los titulares", añadió.
Operadores y analistas latinoamericanos han mostrado optimismo en que se logre una fórmula de solución para la crisis europea. En esa línea, el real brasileño BRBY subió el viernes un 0,48% para cerrar la semana en niveles de 1,7790/1,7805 unidades por dólar, tras debilitarse un 0,74% el jueves.
"Las monedas emergentes vienen apreciándose y va a seguir así. Soy optimista de que surjan buenas noticias", aseguró el analista Federico Araújo de Merfin Sociedad de Bolsa de Montevideo.
Dos caminos. Pero los mercados latinoamericanos, expertos en lidiar con malas noticias y volatilidad, verían debilitarse a las monedas de la región en caso de fracasar un acuerdo en Europa y que esto golpee el precio de las materias primas, el mayor generador de divisas para la región.
En el caso del peso mexicano, los expertos se inclinan por el optimismo, aunque con precaución por un eventual fracaso de las negociaciones europeas.
"Vemos un peso fuerte, puesto que una vez llegado a un acuerdo, nuestro tipo de cambio podría tocar niveles de 13,15 (pesos por dólar) durante la semana. De fracasar la reunión, -cosa poco probable, pero latente-, la paridad podría alcanzar 14 (pesos por dólar), en un escenario de estrés", sostuvo Adrián Anaya de casa de cambio Unica-MEX.
El viernes, el peso mexicano MEX01 avanzó apenas un 0,15% a 13,66 unidades por dólar en una sesión volátil.
En Chile, el peso, que cerró la semana en 513 unidades por dólar, intentará retomar su ritmo alcista, atado al movimiento del precio del cobre, la principal exportación del país, y siguiendo las noticias sobre la crisis europea.
"El cobre tendería a recuperarse en los próximos días. Un mayor repunte del metal fortalecerá al peso. Con un buen escenario, la moneda chilena buscaría la zona bajo los 510. Pero si las cosas empeoran, caminaría hacia las 520 unidades", dijo Sergio Tricio, jefe de Estudios de Forex Chile.
El mayor apetito por el riesgo mantuvo relativamente estable al sol peruano, que osciló entre los 2,72 y 2,73 unidades por dólar en la semana previa.
"Si bien aún existe preocupación por los desequilibrios fiscales y financieros en la eurozona, el 'mood' (humor) del mercado es algo más positivo para la próxima semana, ante el esfuerzo de las autoridades por implementar políticas serias para afrontar la crisis", comentó Mario Guerrero, analista de Scotiabank en Lima.
Argentina, un cuento aparte. En Argentina, el peso interbancario se mantendría estabilizado gracias a la fuerte intervención del Banco Central, que la semana pasada vendió unos US$1.000 millones de sus reservas para estabilizar la cotización.
El viernes, el peso en el mercado informal marcó mínimos históricos debido a coberturas en divisas de cara a las elecciones presidenciales del fin de semana y por el incierto panorama económico global.
Argentina se caracteriza por mostrar presión cambiaria antes de cada elección, ya que los inversores adoptan esa postura como resguardo ante la eventual incertidumbre política.
Sin embargo, esa incertidumbre terminó el mismo domingo, cuando la presidenta argentina Cristina Fernández obtuvo un contundente triunfo electoral que le otorgó un nuevo mandato por cuatro años.
"El deterioro del contexto internacional y la incertidumbre de su impacto sobre una economía que agotó sus colchones, activó una salida de capitales que tomó tal magnitud que dejó expuestas las reservas, dada la férrea estrategia del Banco Central de no dejar subir el tipo de cambio de 4,21 pesos", dijo la consultora Econométrica.
Operadores estiman que el peso se mantendrá estabilizado en torno a las 4,2325/4,235 unidades por dólar en la plaza interbancaria, mientras que en el mercado informal, ganaría algunas posiciones luego de marcar el viernes un piso de 4,485 pesos por dólar para la venta.