Bruno Rojas, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario, explicó que es alto el porcentaje de los que no tienen empleo de calidad, porque están principalmente representados por los informales, que son siete de cada diez ocupados.
La Paz. A pesar de que la tasa de desempleo en el área urbana disminuyó a 3,2% y a nivel global a 5%, el empleo de mala calidad o precario en Bolivia se amplió por el incremento del sector informal, que llega a 70% de los ocupados.
Estos datos están incluidos en informes del Observatorio Boliviano del Empleo y Seguridad Social del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) y del Instituto de Estudios de Avanzados en Desarrollo (Inased), que coinciden con informes gubernamentales de reducción del desempleo, pero observan la falta de un empleo de calidad.
Bruno Rojas, investigador de temas laborales del Cedla, dijo que si bien las cifras han mejorado en el descenso del desempleo, es preocupante cómo se acentúa la precariedad, pues se crean más fuentes laborales pero con menor salario.
Explicó que es alto el porcentaje de los que no tienen empleo de calidad, porque están principalmente representados por los informales, que son siete de cada diez ocupados.
Los informales tienen pequeños negocios al margen del sistema formal de la economía, y "si existen empleados en este sector, tienen pocos beneficios que pueden alcanzar hasta el aguinaldo, pero no tienen seguro de salud o no aportan a las Administradoras de Fondo de Pensiones para su jubilación", dijo.
El experto citó tres casos preocupantes de desempleo: primero, los jóvenes, que constituyen una tasa de 13,5%; el segundo grupo poblacional afectado es el de las mujeres, y el tercero lo constituyen los bachilleres, profesionales, técnicos o simplemente gente que está cursando estudios universitarios.
La tasa de desempleo en este segmento es de 12,5%.
Por su lado, Roberto Ballesteros, director nacional de Empleo del Ministerio de Trabajo, admitió los problemas de precariedad e indicó que éste es el principal desafío.
"Hay personas que trabajan y no tienen los beneficios sociales que les corresponde de acuerdo a la ley", agregó.
Dijo que el gobierno impulsa una serie de políticas con el objetivo de mejorar la calidad de empleo y, "para ello, pedimos a los sectores que lo vean de manera integral, es decir, sentarnos con empleadores y trabajadores para configurar políticas de corto y largo plazo".
El ministro boliviano de Trabajo y Previsión Social, Daniel Santalla, detalló que si bien la tasa de desempleo en el país se reduce cada año, es bajo el nivel de generación de empleos de calidad y acorde a las necesidades de los trabajadores.
"Hay empleo en el país porque el gobierno está trabajando en este tema. Además, la situación del país es estable y se generan empleos, pero lo que queremos es que se pueda generar un empleo permanente, estable, de calidad, un empleo digno, es decir que tenga seguridad industrial y seguridad social", declaró Santalla.
Según el titular de Trabajo, la mayoría de los trabajadores de diferentes actividades no cuentan con un empleo estable, de calidad y con protección social.
Medidas gubernamentales. El ministro de Trabajo dijo que tiene gran importancia la elevación del monto de la inversión pública desde 2006, que crea nuevas fuentes de empleo y dinamiza la economía nacional.
Por ejemplo, en 2005 la inversión pública sólo llegó a US$629 millones, en tanto que en 2012 el monto de la inversión pública ejecutada fue de US$2.874 millones.
Y para la gestión 2013, la inversión pública se elevó en el Presupuesto Reformulado para ese año de 3.806 millones a US$4.634 millones, y para este 2014 se presupuestaron US$4.519 millones, y se prevé un reformulado que puede superar esta cifra.
Esta capacidad estatal para incrementar la inversión pública se explica por hechos como la nacionalización de sectores claves de la economía boliviana, como el de hidrocarburos, minero, servicios y eléctrico, proceso que dio al Estado boliviano la posibilidad de contar con más recursos para canalizarlos a la inversión pública.
A la creación de un clima económico favorable en el país también contribuyeron factores como la estabilidad económica en medio de la galopante crisis financiera internacional, y el crecimiento sostenido de la economía nacional que en 2013 fue de 6,5%, y con la proyección de repetir este indicador en esta gestión 2014.
Este clima favorable incentivó la apertura de nuevas empresas en el país.
Por ejemplo, en 2005 había en Bolivia 19.778 proyectos empresariales y en 2013 llegó a 122.995 empresas.
La Base Empresarial Activa del país experimentó en 2013 un incremento de 80%, al haber registrado en diciembre pasado 122.995 empresas, cuando un año antes figuraban sólo 68.232, según estadísticas del Registro de Comercio realizadas por Fundempresa.
El ministro Santalla afirmó que otra fuente de canalización de recursos al sector productivo desde una instancia estatal es el Banco de Desarrollo Productivo (BDP), que entre 2007 y 2012 dio 214 millones en créditos para áreas como la producción de alimentos, textiles, artesanía, metalurgia y otros.
La importancia de la labor del BDP se visualiza cuando se subraya que entre 2007 y 2012, con el monto de créditos concedidos, se crearon 569.293 fuentes de empleos directos e indirectos.
El gobierno dispone, además, de programas especiales para la creación de fuentes de empleo.
Uno de ellos se llama "Mi primer empleo digno", que comenzó en septiembre de 2008 y continúa vigente, y que en su fase piloto logró beneficiar a más de 2.500 jóvenes de entre 18 y 25 años de edad.