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Desplome de mercados bursátiles profundiza la crisis económica mundial
Martes, Agosto 9, 2011 - 06:35

El trauma en los mercados, cada vez mayor, ha aumentado la presión sobre la Reserva Federal de Estados Unidos para que anuncie nuevas medidas de apoyo para la economía estadounidense en una reunión de política este martes.

Pekín/ Singapur. La economía mundial se sumergió aún más en la crisis este martes con el desplome de los mercados bursátiles en Asia, al perder la confianza los inversores en que Estados Unidos y Europa podrán reducir sus deudas y evitar una nueva recesión.

El trauma en los mercados, cada vez mayor, ha aumentado la presión sobre la Reserva Federal de Estados Unidos para que anuncie nuevas medidas de apoyo para la economía estadounidense en una reunión de política este martes, pero analistas dijeron que las opciones son limitadas.

"La situación actual podría ser vista como una rápida, completa e inesperada pérdida de confianza que se ha ido reforzando durante las últimas semanas", dijo BNP Paribas en una nota publicada cuando las bolsas retrocedían en Asia, perdiendo entre un dos y un siete por ciento.

"Dado que la recuperación de la economía global sigue siendo frágil, esta desaparición rápida de confianza es preocupante, lo que nos devuelve a un circulo vicioso en el que el declive del mercado alimenta el pesimismo", agregó.

Hasta el lunes, las pérdidas en los mercados mundiales habían borrado más de US$3,8 billones (2,6 millones de euros) en riqueza de los inversores en un plazo de ocho días, enviándoles a valores refugio como el franco suizo, el yen japonés y el oro.

Inflación China baja la posibilidad de estímulo. Mientras este martes continuaba la huida del riesgo en Asia, hubo más noticias negativas, esta vez desde China, principal motor de la tambaleante economía mundial.

Datos oficiales mostraron que la tasa anual de inflación en el gigante asiático se aceleró a un 6,5% en julio, lo que pone en aprietos a su banco central mientras intenta controlar los precios sin lastrar a una economía que afronta amenazas crecientes desde el exterior.

Con la inflación en ese nivel, China podría no estar en una posición para repetir su papel de 2008 de apoyo para la economía global, aunque algunos analistas pidieron una actuación de Pekín.

Cuando la bancarrota de Lehman Brothers desencadenó un parón económico global, China aplicó un plan de estímulo que ayudó a proteger a su propia economía y a mantener el mundo a flote.

"Es hora de que Pekín anuncie a todo el mundo que tratará de estimular la demanda interna nuevamente", dijo Tang Yunfei, un analista de Founder Securities en Pekín.

Los dirigentes mundiales no consiguieron revertir la caída en los mercados el lunes tras el golpe a la confianza de los inversores que significó la rebaja de la agencia Standard and Poor's a la calificación de Estados Unidos, que reforzó las preocupaciones de un empeoramiento en la crisis de deuda en la zona euro, mientras que la debilidad de la economía estadounidense elevó la posibilidad de una recesión de doble caída.

El Banco Central Europeo (BCE) intervino en los mercados de bonos para comprar deuda italiana y española y tender una red de seguridad bajo Roma y Madrid. Pero continuaron las disputas en el viejo continente sobre un plan de rescate a largo plazo.

En Estados Unidos, el presidente Barack Obama instó a acciones urgentes sobre el déficit presupuestario, pero su propuesta sobre impuestos fue rápidamente rechazada por los republicanos.

Un compromiso anunciado el domingo por ministros de Finanzas y banqueros centrales del G-7 para proveer efectivo extra si los mercados se estancan ofreció poco consuelo al disiparse la credibilidad de las autoridades.

"Cuatro años después del comienzo de la crisis financiera, se está volviendo cada vez más claro que el mayor déficit no es en crédito, sino en credibilidad", escribió el economista de la Universidad de Harvard Kenneth Rogoff en el Financial Times.

"Los mercados pueden ajustarse a una rebaja del crecimiento global, pero no pueden lidiar con una pérdida cada vez mayor de confianza en el liderazgo y una sensación creciente de que los diseñadores de políticas están desconectados de la realidad", agregó.

Autores

Reuters