El Estado español impulsó sus gastos al punto que, en promedio, cada habitante del país debe 12.000 euros y la fuerza laboral activa 24.000 euros.
Con el objeto de fortalecer los estímulos fiscales para enfrentar la recesión mundial que afectó a diversas economías internacionales, el Estado español aumentó sus emisiones durante 2009 y provocó un aumento de deuda en 127.307 millones de euros. Esa alza significó que la deuda española llegó a un total de 560.000 millones de euros a diciembre pasado.
De acuerdo a un estudio realizado el Strategic Research Center de la EAE Business School -cuyos números provienen del Boletín Estadístico del Banco de España- la deuda del país implicaría que cada habitante debería 12.000 euros y en el caso de cada trabajador activo, la suma ascendería a 24.000 euros, según informa el diario ABC.
Fuerte endeudamiento. En este estudio se ve como la deuda de las administraciones españolas entró en la crisis con una salud envidiable (apenas 36,1% de la deuda en relación al PIB, una cifra por debajo de las grandes economías europeas y mundiales) pero saldrá de la misma en una situación mucho peor, con 66,3% de deuda sobre PIB para este 2010 y aumentando por tanto treinta puntos en cuatro años.
Este espectacular aumento no obsta para que España siga teniendo una relación deuda/PIB por debajo de países como Italia (116%), Grecia (125%), Alemania (76,7%), Estados Unidos (97,7%) o Reino Unido (89,3%).
Casi todos los países han vivido un aumento de la deuda pública muy importante desde 2007, algunos como Reino Unido de más de cuarenta puntos. España sigue estando, además, por debajo de la media de la Eurozona (88,2% para este año). Si miramos el dato de Japón nos podemos asustar, ya que la ratio deuda/PIB del país nipón será del 227% en 2010.
El informe se explica por qué si no hay tanta diferencia entre las deudas de Portugal o España respecto a la de EE.UU. o Japón (o incluso son mucho mayores), los mercados están preocupados por Portugal o España y no por los otros dos. Y responde: "los mercados confían en la recuperación económica de estos gigantes económicos y en su creciente capacidad para pagar su deuda, mientras que casos como el de Grecia, Portugal y España continúan causando incertidumbre".