En el primer cuarto del 2014 registró una caída de 0,4% con respecto a diciembre del año anterior, con lo que dejó atrás 24 trimestres seguidos de expansión, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El Economista.com.mx La deuda de estados y municipios rompió con una racha de crecimiento de seis años consecutivos en su comparativo trimestral, lo que podría ser uno de los primeros frutos de la regulación que se emprendió en México sobre el tema.
En el primer cuarto del 2014 registró una caída de 0,4% con respecto a diciembre del año anterior, con lo que dejó atrás 24 trimestres seguidos de expansión, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Los pasivos de los gobiernos locales ascendieron a 481.079 millones de pesos (US$37.122M), es decir, 1.728 millones de pesos (US$133,7M) menos que al cierre del 2013. Lo anterior implica que las obligaciones financieras locales descendieron a un ritmo de 19,2 millones de pesos (US$1,4M) diarios en los últimos tres meses.
El endeudamiento de las administraciones subnacionales representó 83,6% de las participaciones, cuando 90 días atrás era 90,2%. Con respecto al Producto Interno Bruto Estatal, éste significó 2,9%; anteriormente fue 3,1%.
Los pasivos estatales y municipales se aceleraron en la última década, con especial enfásis en el 2009, justo cuando arrancó la crisis económica a nivel mundial, debido a que las participaciones que reciben del gobierno federal comenzaron a registrar números rojos. En ese año, esas transferencias descendieron 15.7 por ciento.
Sin embargo, en el último año comenzaron a registrar cierta estabilización, al crecer sólo 11,1% en el 2013 a tasa anual, lo que representó el menor avance desde el 2008.
Sin embargo, de acuerdo con la calificadora Moody’s, será hasta el 2015 cuando se verifique el estatus que tiene la deuda subnacional, dado que ese año se celebrarán comicios federales y estatales, que es justo cuando salen a relucir las deficiencias en materia financiera.
Oaxaca, con el mayor esfuerzo
De las 32 entidades federativas, 24 redujeron sus pasivos en el periodo enero-marzo de este año con respecto al último trimestre del 2014.
Oaxaca registró la mayor baja, con un descenso de 13,74%. Le siguieron San Luis Potosí, con 5,8%; Querétaro, con 3,83%; Guerrero, con 3,71%, y Campeche, con 2,76%.
En contraste, de las siete que la aumentaron, Morelos obtuvo la mayor expansión, con 28,03%, seguido de Tamaulipas, con 6,85%, y Michoacán, con 4,21%. Cabe destacar que Tlaxcala no tiene registros de deuda, al menos de largo plazo, con la SHCP.
Bajo la lupa
Para Carlos Barragán, analista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), si bien la deuda estatal no representa un riesgo sistémico, sí existen casos donde se debe poner atención, no por el monto que deben, sino por el acelerado crecimiento que registraron en los últimos años.
Además, para Flavia Rodríguez, analista de aregional, se debe considerar que los pasivos mal controlados terminan por golpear la capacidad de liquidez de los gobiernos, que -finalmente- se traduce en menos gasto productivo.
Eso sin contar que, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), es un factor que termina por lacerar la competitividad de las administraciones locales.
La analista de Moody’s María del Carmen Rocha destacó que los factores de preocupación para la agencia en el sector tienen que ver con la falta de transparencia en la rendición de cuentas, la baja calidad de la gestión de sus finanzas y su limitada capacidad para generar ingresos propios.