Las conversaciones enfrentan un primer plazo este viernes y otro más difícil el 22 de mayo, cuando el país podría entrar en cesación de pagos, ya que finaliza un período de gracia por US$500 millones en intereses. Es poco probable que haya un resultado pronto.
Buenos Aires. Argentina y sus acreedores internacionales buscan encontrar un punto medio en la negociación por la reestructuración de US$65.000 millones en bonos, dado que fuentes cercanas al Gobierno indican que está dispuesto a ser flexible para destrabar el acuerdo y evitar un incumplimiento.
Las conversaciones enfrentan un primer plazo este viernes y otro más difícil el 22 de mayo, cuando el país podría entrar en cesación de pagos, ya que finaliza un período de gracia por US$500 millones en intereses.
Sin embargo, es poco probable que haya un resultado pronto.
Los acreedores rechazan la oferta realizada por Argentina, que impone grandes recortes en los cupones, un período de gracia de tres años y retrasar los vencimientos en la próxima década.
Con la tercera economía más grande de la región luchando por escapar de una dolorosa recesión ya desde antes de la pandemia de coronavirus, los funcionarios argentinos quieren evitar lo que sería su noveno default.
Tal resultado dañaría el acceso a los mercados internacionales, con inversores que ya son cautelosos después de décadas de volatilidad en el país.
"Tenemos esperanzas y seguiremos avanzando (...) Es un proceso más largo que los plazos", dijo a Reuters una persona cercana a las conversaciones de Argentina con sus acreedores internacionales, que se negó a ser identificada porque las conversaciones son privadas.
La fuente dijo que el Gobierno argentino puede aceptar a los tenedores que se adhieran a la oferta que cierra el viernes, incluso si el número es bajo, y luego continuar el diálogo con aquellos que la rechazaron, en lo que definió como un paso a paso.
"Incluso si mañana (por el viernes) tenemos una buena aceptación, tampoco es el final de nada", explicó la fuente, y agregó que los plazos fueron solamente hitos en un proceso que fue "tedioso en momentos, estresante a veces".
El Ministerio de Economía de Argentina declinó hacer comentarios.
El Gobierno, que sostiene que no puede pagar más de lo que ofreció, adelantó que algunos acreedores han aceptado su propuesta, aunque tres grandes grupos de inversores la han rechazado públicamente.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo a Reuters esta semana que el país estaba trabajando para acercar las posiciones entre ambas partes y que el acuerdo no estaba resultando fácil.
Guzmán dijo que había margen de maniobra si alguna propuesta de los acreedores se ajustaba al análisis de sostenibilidad de la deuda que hizo el Gobierno.
Por las dificultades encontradas, muchos esperan que las conversaciones vayan más allá del fin de esta semana y probablemente pasen la fecha límite del 22 de mayo.
Eso podría generar un desplome en los ya frágiles mercados de Argentina, aunque los bonos ya están en niveles de default, de 20-35 centavos por dólar.
"Tendrán que cambiar el plazo. Luego dirán que hablemos un poco más, con un poco más de dinero sobre la mesa", dijo un acreedor internacional que tiene bonos elegibles para la reestructuración.
La oferta actual incluye una reducción del 62% en el pago de cupones. Los analistas han calculado un valor presente neto de alrededor de 30-35 centavos de dólar con un rendimiento de salida del 12%.
Otro inversor, que pertenece a uno de los tres principales grupos de acreedores, dijo a Reuters que el enfrentamiento actual era un "show" y que, si bien las negociaciones serían prolongadas, confiaba en un eventual acuerdo.
"Pasaremos por varias negociaciones, pero creo que se puede hacer dentro de un año", y agregó que el presidente argentino Alberto Fernández es "pragmático" y quiere que las inversiones y la economía vuelvan a funcionar.
Recuperación de valor. En los últimos días ha habido signos de avance que ayudaron a subir los bonos ligeramente.
"Es nuestra intención llegar a un acuerdo con nuestros acreedores", dijo Guzmán en un seminario el miércoles, y agregó que el país sería "flexible".
Una posibilidad podría ser un "mecanismo de recuperación de valor" que podría aumentar los pagos de cupones o acelerar los vencimientos ante un mayor crecimiento o acceso a los mercados.
La fuente con conocimiento de las conversaciones dijo que los funcionarios argentinos apoyan sumar este tipo de mecanismos pero muchos acreedores están más centrados en los cupones.
Jeffrey Sachs, un economista de la Universidad de Columbia que pidió a los acreedores que desempeñen un papel más constructivo en las conversaciones, dijo que Argentina no busca una nueva cesación de pagos, pero que el país podría no tener otra opción si los inversores no colaboran.
"Argentina no quiere un incumplimiento, simplemente quiere un refinanciamiento", dijo.
La falta del pago del 22 de mayo podría desencadenar un efecto dominó, agregó.