La elevada expectativa de que la Reserva Federal aumentará las tasas de interés a corto plazo en su encuentro de diciembre y la incertidumbre acerca de si los republicanos lograrán que se apruebe su plan de reforma impositiva en el Congreso estadounidense también aplanaban la curva de rendimiento.
La brecha entre los retornos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a mayor y menor plazo se achicó este lunes a su nivel más bajo en una década, ya que la débil inflación local afectaba la demanda de deuda soberana con vencimiento más prolongado.
La elevada expectativa de que la Reserva Federal aumentará las tasas de interés a corto plazo en su encuentro de diciembre y la incertidumbre acerca de si los republicanos lograrán que se apruebe su plan de reforma impositiva en el Congreso estadounidense también aplanaban la curva de rendimiento.
El diferencial de los retornos entre los bonos a dos y 10 años se ubicó debajo de los 70 puntos base, un nivel registrado por última vez en noviembre del 2007, según mostraron datos de Reuters.
La caída de los rendimientos de la deuda a 30 años a su menor nivel desde septiembre fue el principal motivo del aplanamiento de la curva.
A las 1415 GMT, el retorno del título referencial del Tesoro a 10 años caía 1 punto básico a 2,329%, luego de alcanzar su nivel más bajo en dos semanas, mientras que el rendimiento del bono a dos años se mantenía en 1,625%.
La deuda a 30 años rendía 2,804%, 2 puntos básicos por debajo del cierre del viernes.
Los futuros de las tasas de interés indicaban que los operadores prácticamente consideran un hecho un alza de un cuarto de punto porcentual de las tasas de interés en la reunión de política monetaria de la Fed del 12 y 13 de diciembre, según la herramienta FedWatch de CME Group.
El declive en los rendimientos era limitado por una oferta de US$62.000 millones que hará el Departamento del Tesoro esta semana, repartidos en una venta de US$24.000 millones en bonos a tres años el martes, una subasta de US$23.000 millones en deuda a 10 años el miércoles y una oferta de US$15.000 millones en títulos a 30 años el jueves.
Analistas señalaron que los retornos de la deuda a más largo plazo han caído tras los comentarios de la semana pasada del secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, acerca de que el Gobierno estadounidense no planea introducir bonos con plazo más allá de los 30 años.