"No creo que Rusia esté al borde de una crisis económica", dijo la presidenta de Brasil.
Brasilia. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ratificó su confianza en el grupo Brics, formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, a pesar de la crisis que amenaza a la economía rusa tras el severo y continuado desplome del rublo.
"No creo que Rusia esté al borde de una crisis económica", dijo Rousseff en un desayuno con periodistas, en el que también descartó que los problemas monetarios rusos vayan a tener algún impacto en las otras grandes economías emergentes que integran el Brics.
Las dificultades de la economía rusa, según Rousseff, tienen una relación directa con los bajos precios del petróleo, pero aún así se mostró confiada en que Rusia podrá enfrentar las turbulencias.
"Tiene reservas (monetarias) suficientes", al igual que Brasil, India, China y Suráfrica, sostuvo.
El rublo entró desde hace meses en un proceso de devaluación que se ha acentuado en los últimos días y ya ha perdido cerca del 50 % del valor que tenía a mediados del año, lo que, para muchos analistas, es el preludio de una grave crisis financiera y económica.
Rousseff insistió en que, en su opinión, no es así y recurrió al ejemplo de su propio país.
"En 2013 y ahora, en 2014, muchos pronosticaban para Brasil una 'tempestad perfecta' (económica), que finalmente no ocurrió", dijo.
También se mostró convencida de que aún con las turbulencias rusas y con el bajo crecimiento económico que se espera en Brasil para el 2015, los BRICS seguirán adelante en sus planes para la creación de un Banco de Fomento y un Fondo de Reservas conjuntos.
Ambos acuerdos se formalizaron en julio pasado, en el marco de una cumbre que el foro BRICS celebró en la ciudad brasileña de Fortaleza.
Según se anunció entonces, el Banco de Fomento de los BRICS tendrá un capital inicial de 100.000 millones de dólares, mientras que el capital suscrito y desembolsado será de 50.000 millones de dólares, de los que cada socio aportará una quinta parte.
La entidad estará dedicada a financiar proyectos de infraestructura de los países del grupo, pero también podrá ofrecer capital a otros países en vías de desarrollo, a los que serviría como mecanismo alternativo a organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.
El Fondo de Reservas del BRICS, por su parte, podrá ser utilizado por los miembros del foro frente a "contingencias financieras" y estará dotado con US$100.000 millones, de los que China aportará US$41.000 millones, Rusia, Brasil e India US$18.000 millones cada uno y Sudáfrica los US$5.000 millones restantes.