La mandataria recordó que el gobierno está llevando a cabo, en colaboración con estados y municipios, una inversión de 143.000 millones de reales (unos US$59.757 millones).
Sao Paulo, EFE. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, defendió la inversión de su Gobierno para mejorar el sistema del transporte público en las grandes y medianas ciudades del país, uno de los principales reclamos de las manifestaciones en recientes protestas.
Rousseff recordó que el gobierno está llevando a cabo, en colaboración con estados y municipios, una inversión de 143.000 millones de reales (unos US$59.757 millones), en su programa de radio semanal "Café con la Presidenta".
La mandataria subrayó que el objetivo de la inversión es acelerar las obras para conseguir un transporte público "más confortable, rápido, más seguro y con un precio accesible".
"Para eso, nosotros, el gobierno federal, estamos uniendo esfuerzos con los gobernadores y alcaldes. Todos juntos podemos hacer mucho más por las personas que viven en las ciudades de nuestro país", afirmó.
Rousseff realizó estas declaraciones después de que el jueves pasado cientos de ciudadanos volvieran a salir a las calles de Río de Janeiro para protestar contra el aumento del precio de los pasajes del autobús, que entró en vigor el pasado sábado.
Desde el sábado, el precio del billete pasó de 2,75 reales (cerca de US$1,13) a 3 reales (unos US$1,24).
La jefa de Estado precisó que el Gobierno está dando prioridad al metro, con una inversión de 33.000 millones de reales (unos US$13.790 millones), dada su capacidad para transportar a millones de personas diariamente.
El pasado junio, durante la Copa de las Confederaciones 2013 de la FIFA, el aumento del precio de la tarifa del transporte público desencadenó la mayor ola de protestas desde el fin de la dictadura militar, en 1985, y puso en la cima de la agenda del país el asunto de la infraestructura urbana.