El país nórdico asumirá la Presidencia en medio de una coyuntura económica que aún no pudo solucionarse pese al pacto fiscal propuesto por París y Berlín, consignó la agencia de noticias DPA.
Dinamarca asumirá el primer día del 2012 la conducción de la Unión Europea (UE) en uno de los momentos más críticos en la historia del bloque.
El país nórdico asumirá la Presidencia en medio de una crisis económica que aún no pudo solucionarse pese al pacto fiscal propuesto por París y Berlín, consignó la agencia de noticias DPA.
El semestre de presidencia europea que le corresponde a Copenhague estará lejos de representar la calma que tienen ciertos paisaje daneses. Todo lo contrario, los problemas de la eurozona asemejarán el período correspondiente a la tierra de Hamlet, con las tormentas borrascosas del Atlántico norte.
Dinamarca sabe que asume la presidencia rotativa de la UE en la etapa más difícil de sus últimos 60 años de historia, desde el Tratado de Roma en 1957.
"Queremos tender puentes sobre las aguas turbulentas", afirmó el ministro danés de Relaciones Exteriores, Nicolai Wammen, en la presentación de los objetivos que se impuso la presidencia europea durante la gestión de su país.
Uno de los principales objetivos de Copenhague será, precisamente, trabajar intensamente para cerrar todos los detalles del nuevo Tratado Intergubernamental en el que está recogida, entre otros elementos, la "regla de oro" de la austeridad que promueven Berlín y París, es decir un déficit estructural inferior al 0,5% del Producto Bruto Interno (PBI).
La UE, dirigida en buena medida por el dúo "Merkozy", el neologismo con el que se llama popularmente a Angela Merkel y Nicolás Sarkozy, intenta evitar repeticiones de la crisis griega, que se solucionó con el rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), de tres socios (Grecia, Irlanda y Portugal).
Esta será la séptima vez que el pequeño país escandinavo, conocido internacionalmente por el símbolo de su sirenita, los ladrillos de construcción infantil "Lego" o su alto nivel en diseño y arquitectura, asume el control de Europa desde que se sumó a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE) en 1973, en plena crisis mundial del petróleo.