El PAN defiende que en San Lázaro ya hicieron su parte al aprobar la desvinculación del monto del salario con leyes.
El PRD y el PAN en la Cámara de Diputados criticaron la autorización de aumento al salario mínimo de 4,2% a partir de enero.
La bancada del PRD en San Lázaro lamentó que la falta de acuerdos en el Senado frenara la reforma de desvinculación del salario como medida base de diversas leyes y con ésta la posibilidad de dar el siguiente paso, consistente en promover un aumento de al menos 23% a los minisalarios.
Al calificar como raquítico el aumento aprobado para 2015, el grupo parlamentario exhortó a sus colegisladores a darle trato prioritario, en el próximo periodo ordinario de sesiones, a ese cambio constitucional.
A través de su coordinador Miguel Alonso Raya, la diputación perredista destacó que ese cambio sentaría las bases para incrementar hasta 82.86 (US$ 5) diarios los minisalarios porque constituye un primer paso hacia una política de recuperación de los ingresos de los trabajadores.
“Una nueva política salarial es imprescindible, urgente y absolutamente pertinente para establecer nuevas estructuras de igualdad y equidad en el país. Con medidas como la desindexación del salario mínimo se podría generar la posibilidad de un gran acuerdo nacional político, económico y social, con empresarios y trabajadores para crear condiciones que lleven a la recuperación salarial”, agregó.
Este viernes, el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) acordó un aumento general de 4,2% al salario mínimo para el próximo año, por lo que en la zona A pasa de 67.29 pesos (US$ 4.5) a 70.10 (US$ 4.7) y en la zona “B” de 63.77 (US$ 4.36) a 66.45 (US$ 4.54).
Al señalar que “representa un insulto” que, el próximo año, el ingreso de cerca de siete millones de trabajadores se incrementará en promedio 2.74 pesos, Alonso Raya dijo que es necesario actuar frente a esta situación de injusticia e iniquidad.
El legislador advirtió que, de lo contrario, “no habrá manera de disminuir la pobreza y la desigualdad, de fortalecer la fragilidad de la economía y combatir la inseguridad y la violencia; puesto que una condición indispensable para ello es aumentar el ingreso mediante el salario mínimo para mejorar las condiciones de vida y trabajo”.
El líder parlamentario recordó que San Lázaro ya hizo su parte, ya que, antes del cierre del primer periodo del tercer año de actividades legislativas, el pleno aprobó el dictamen en materia de desindexación del salario mínimo.
En contraste, reseñó, en el Senado de la República no se alcanzaron los acuerdos necesarios para avalar esta reforma.
Consideró que este retraso frena la posibilidad de promover un aumento de al menos 23% a los minisalarios.
Alonso Raya insistió en que resulta urgente que los senadores asuman este tema como una prioridad para el siguiente periodo ordinario.
Para documentar el grado de estancamiento al que se ha llegado, el perredista comentó que entre 1934 y 1982 el poder adquisitivo de los salarios mínimos se incrementó 54%; de 1982 a 2014 se redujo 67,5% y, si se toma como referencia el año de 1977, la caída ha sido de 72,5%.
“Esto significa que los trabajadores han dejado de recibir tres cuartas partes del salario a que tenían derecho durante tres décadas”, ponderó.
Argumentó que el aumento es más que justificable porque ahora, según las mediciones del Consejo Nacional para la Evaluación de Política Social (Coneval), para adquirir una canasta básica rural de una familia promedio de cuatro personas, se requieren 1.7 salarios mínimos y, para una canasta básica urbana, 3.2 salarios mínimos.
Cifra fuera de la realidad: PAN
La vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Beatriz Zavala Peniche, del PAN, cuestionó al PRI por haber detenido en el Senado la reforma que desvincula el salario mínimo de una serie de multas, sanciones y arbitrios y la calificó como “una muy mala señal, sin importar el argumento que hayan expuesto”.
Consideró que la oposición de los legisladores priistas a dicha reforma se torna aun más grave ante el aumento anunciado de 4,2% para 2015, una cifra que no se adapta a la realidad.
“La situación económica no pinta bien y se ensombrecerá más si sobre los salarios no se toman medidas que tiendan a hacer que la gente vaya recuperando su poder de compra”, advirtió la exsecretaria de Desarrollo Social.
“En un entorno tan adverso como el que se está viviendo actualmente y ante la posibilidad de que en 2015 la situación tienda a empeorar, una decisión correcta sobre los salarios mínimos no sólo es urgente, sino estratégica. Y ese porcentaje no se acerca en lo más mínimo a recuperar el poder adquisitivo perdido de miles de familias mexicanas”, expuso la también exsenadora.
La política yucateca alertó que si se continúa afectando la economía de las familias, la inconformidad que se deja sentir en los comentarios de la gente podría tomar mayores proporciones de inconformidad.
Comentó que hay cientos de miles de asalariados, de personas que tienen un trabajo formal y que obtienen como ingreso una cantidad que no les alcanza ni para cubrir el costo de la canasta básica.
“Eso definitivamente no puede seguir ocurriendo y en este sentido es urgente que el salario recupere su poder de compra y que se cumpla con el mandato constitucional al menos en la parte de superar la pobreza alimentaria de miles de familias”, argumentó.
Sugirió establecer un plan estratégico “para ir recuperando el poder del salario y en este sentido que se tome como base el cálculo que la Comisión Nacional de Evaluación de la Política Social sobre la cantidad de dinero que una familia necesita al menos para comprar su comida”, expuso.
Senadores del PRD presentan iniciativa para subir el salario
El grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado presentó una iniciativa que elevaría el salario mínimo a 82.86 pesos diarios (US$ 5,6) y establecería un política de recuperación a esta percepción económica.
El legislador Armando Ríos Piter, a nombre del grupo parlamentario, destacó que de esta manera se evitaría el continuo deterioro de la calidad de vida de las familias y garantizaría el acceso a una canasta de bienestar que incluya salud, educación y vivienda.
En un comunicado, explicó que se busca incrementar en 200% el salario mínimo actual vigente en un periodo de seis años, para que en 2020 sea de 171 pesos (US$11).
La iniciativa fue turnada a las Comisiones Unidas de Trabajo y Previsión Social, de Hacienda y Crédito Público y de Estudios Legislativos Segunda para su análisis y posterior dictamen.
Para lograr dicho aumento, la iniciativa del grupo parlamentario del PRD plantea un proceso de recuperación por etapas y de manera progresiva, además de que las dos zonas salariares —A y B— se establecerían en una sola.
Resaltó que en las últimas tres décadas el salario mínimo ha perdido 75% de su poder adquisitivo y 50,4% de la población mexicana vive en pobreza salarial alimentaria registrada en el primer trimestre de 2014.
Consideró que poner el salario mínimo a discusión es poner una política pública que sea eficiente no sólo para garantizar competitividad y productividad de la economía, sino para sacar de la pobreza a millones de mexicanos.
“Hoy están dadas las condiciones para quitar la visión conservadora que ha imperado en el modelo económico de este país y arrancar con un salario mínimo que le dé bienestar a los trabajadores y a las trabajadoras de este país”, puntualizó.
CTM llama a recuperar el poder adquisitivo
La Confederación de Trabajadores de México (CTM) consideró que el gran reto para 2015 será la recuperación del poder adquisitivo y calificó como responsable la decisión de otorgar un incremento de 4,2% a la base mínima de percepciones en el país para el próximo año.
El secretario de Acción Política de la CTM, Fernando Delgado Salgado, dijo en entrevista que el tema es de mucha trascendencia si se considera que 70% de fuerza laboral en México tiene ingresos de entre uno y tres salarios mínimos.
“El gran reto en la agenda de 2015 es saber cómo vamos a fortalecer el salario y recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores. Más allá de posiciones políticas sobre el tema, todos sabemos que el salario no alcanza, pero tenemos que generar nuevas estrategias”, argumentó.
El también diputado federal insistió en explorar nuevas estrategias, como la de la productividad, que es una de las vías más importantes, a través de la cual se podrán mejorar los salarios.
No obstante, destacó que la productividad se debe acompañar con incentivos a los trabajadores, sobre todo a los que ganan entre uno y cinco salarios mínimos, para que ese esfuerzo que hacen para ser más productivos se traduzca en dinero en sus bolsillos.
Dijo que en el marco de la estrategia del gobierno federal de democratizar la producción, lo que se pide es que empresas y gobierno hagan su parte con incentivos para los trabajadores.