La infraestructura en México no ha avanzado al mismo ritmo que en otros países. Hay que ver lo que han hecho en ese periodo Dubai y Tailandia, por ejemplo, dijo Alois Zwinggi, director ejecutivo del WEF.
Playa del Carmen, QR. México ha cambiado mucho y mantiene la calidad en el contacto humano, pero hay cosas en las que no se nota avance. Llegar al aeropuerto de la ciudad de México es encontrarse con el mismo lugar que hace 25 años, dice Alois Zwinggi, director ejecutivo del WEF, “aquí la infraestructura no ha avanzado al mismo ritmo que en otros países. Hay que ver lo que han hecho en ese periodo Dubai y Tailandia, por ejemplo”, consideró en entrevista.
De acuerdo con el ranking de competitividad que elabora el WEF, México ocupó el lugar 69 en infraestructura en el 2014-2015. “Carreteras y puertos están un poco mejor, ferrocarriles, no. Es un problema que comparte con América Latina. Es una excelente opción para el transporte de carga que en otras regiones del mundo se utiliza mucho más”, dijo.
Los rankings no presentan calificaciones absolutas. Sirven para medir lo que hace un país en un contexto más amplio. “Sirve para recordar que hay una competencia constante, pero también ayuda a hacer una comparación más ordenada”.
—¿Qué país sería un buen benchmark para México, fuera de América Latina?
Turquía ha vivido una transición política y está viviendo una transformación económica (...), está cerca de una zona más rica y tiene una idiosincrasia que tiene algunas cosas similares.
Es un ejemplo a seguir porque ellos han logrado avances significativos. Destacaría la planificación a largo plazo y la voluntad política de ejecutar, sin importar los cambios de gobierno. Los ejemplos internacionales ayudan, pero México y América Latina deberán encontrar sus propias soluciones.
“La colaboración publico-privada tiene un enorme potencial. Hay casos de éxito y posibilidad de hacer muchas cosas más”. Un tema en el que se debe trabajar para lograr esta colaboración entre el gobierno y las empresas es la construcción de confianza.
Esto ocurre en muchos países de América Latina, dice. “Los empresarios desconfían del gobierno y los funcionarios del gobierno, de los empresarios”. No hay recetas, advierte, pero la participación de la sociedad ayuda, “otorga credibilidad y energía a los proyectos”.
Manufacturas mexicanas ganan terreno a China
Zwinggi vivió en México a principios de la década de los 90. Entonces era directivo de la cementera Holcim. Está de regreso para la reunión del WEF en la Riviera Maya, aunque no ha perdido contacto ni interés, “una historia que me impresiona es cómo México ha ganado terreno en la manufactura a China. Parecía imposible, pero lo está haciendo. Se trae proyectos que antes estaban en Asia”.
Este éxito en manufactura es resultado de un esfuerzo sostenido en un periodo largo. “En políticas públicas es muy importante una visión de largo plazo, éste es el caso de la infraestructura”, reitera. Uno de los grandes retos es conciliar esa necesidad de pensar y actuar en el largo plazo con un contexto en el que la sociedad quiere resultados rápidos; están cansados de esperar. “Para tener éxito en el largo plazo, hay que demostrar que se está en el camino correcto, con pequeños éxitos en el corto plazo (...), ése es el método que se emplea en muchas empresas. Lo han hecho algunos gobiernos locales, São Paulo y Bogotá, por ejemplo”, aseguró.
El director del WEF y actual miembro de la junta directiva del organismo, desde mayo del 2010, conoce el entorno de negocios de Latinoamérica y particularmente de nuestro país, ya que luego de integrarse a Holcim entre 1987 y 1988, donde se dedicó a la consultoría de proyectos internacionales en México, Pakistán, Brasil y Suiza, brincó a Cementos Apasco, donde fue director de Finanzas y Administración hasta 1997; su carrera en Latinoamérica avanzó hasta ocupar la dirección financiera de Cementos Caribe, de Venezuela y posteriormente la dirección general de Operaciones y Recursos de Holcim, e-business.