Para el máximo ejecutivo de la entidad financiera, Troy Wright, el país es una de sus unidades de negocios más importantes, dadas sus condiciones demográficas y económicas.
Excelsior.com.mx El director general del Grupo Financiero Scotiabank, Troy Wright, ha puesto a todo su equipo a trabajar para alcanzar su principal objetivo: posicionarse en el mediano plazo como una de las cinco instituciones financieras más importantes del país.
En entrevista con Excélsior, el director del banco canadiense asegura que México tiene “una perfecta mezcla” para lograrlo, gracias a sus condiciones demográficas, macroeconómicas y el paquete de reformas aprobadas en 2013 que detonarán su potencial.
“Siendo un país que demográficamente está muy bien puesto en términos de una población joven, los fundamentos de México, las reformas que ha hecho el gobierno y el crecimiento de la clase media, es en conclusión para nosotros, en Scotiabank, una perfecta mezcla de crecimiento económico y de oportunidad. Nosotros estamos muy enfocados en ser un jugador fuerte hoy y en el futuro para poder ayudar a México en sus planes de crecimiento”, detalla.
Para alcanzar esta meta, Scotiabank –ubicado en el séptimo lugar en términos de activos dentro del sistema financiero– tendría que desplazar al banco local, Inbursa, y al londinense HSBC, lo que Troy Wright considera viable para los próximos cinco años.
Agrega que México es una unidad de negocios “sumamente importante” para el grupo, por lo que estará buscando poner en marcha programas con los cuales crecer de manera orgánica.
“Estamos operando en 55 países y México es el país quizá de más importancia de todo lo que estamos haciendo. Hemos puesto en marcha todo tipo de programas para crecer el banco orgánicamente, como a través de inversión”, dice.
Con un español perfecto, el directivo canadiense lanza un mensaje a sus competidores: “No quiero hacer enojar a mis colegas y directores generales de los otros bancos, pero tengo el equipo enfocado en tratar de ser el quinto banco en México. Es algo alcanzable de aquí a cinco años, que se tiene que hacer con pasos medidos, pero definitivamente viene con un crecimiento sano y también agresivo”.
Por la clase media
El director de Scotiabank reconoce que México cuenta con un mercado bancario muy competido, en donde ese banco seguirá abriéndose paso con productos que se adapten a las necesidades de los clientes, tasas competitivas y mayor calidad en el servicio.
“Soy banquero y tengo en Scotiabank un enfoque por servir a los clientes y crecer, y desde mi punto de vista, bienvenida la competencia. Los bancos que son más agiles y más rápidos serán los elegidos, y los clientes se van a dar cuenta luego luego y tomarán sus decisiones”, explica.
Resalta que en la institución que dirige “las llaves de crédito están abiertas” con préstamos a las personas físicas y morales, a través de diferentes tipo de productos, por lo que espera que si el sector en su conjunto registra tasas de crecimiento cercanas a 15%, Scotiabank podría aumentar el crédito a un ritmo de entre 20% y 25%.
Para ello, comenta que resulta estratégica la expansión de la clase media. Según el Área de Estudios Económicos de la propia institución, actualmente hay 12 millones de hogares en la clase media en México, y en los próximos 4 o 5 años podrían sumarse 3,5 millones de familias, lo que insiste, “es un crecimiento muy fuerte” que hay que aprovechar.
Señala que aún cuando muchas personas cuestionen el bajo crecimiento económico de México, algo que no puede parar es la mayor demanda de productos y servicios financieros por parte de la población joven en la medida en que vayan formando sus propios hogares o se independicen.
En este escenario, detalla que los clientes gozarán de una mayor transparencia, lo que les permitirá cambiarse de banco con facilidad apenas encuentren mejores oportunidades, un aspecto al que abona de manera importante la Reforma Financiera recientemente promulgada.
Por ello, comenta que hacia adelante los clientes tendrán importantes beneficios, como mayor claridad sobre los términos y condiciones de los productos contratados con la banca, lo que se convertirá en un reto para que las instituciones ofrezcan productos más sencillos y accesibles para los usuarios.
Los escándalos han quedado atrás
Con año y medio al frente del Grupo Financiero Scotiabank, Troy Wright ha dejado atrás los escándalos por presuntos actos de corrupción en el área de Mercadotecnia, así como una supuesta triangulación de recursos para la campaña presidencial a través de una de sus cuentas, lo que propició la salida de su antecesora, Nicole Reich, de la institución, empañando la reputación del banco.
Hoy, dice Wright, Scotiabank está en un momento muy positivo y reconoce que en gran medida la cultura corporativa y el que los empleados se sientan parte importante del grupo ha contribuido para obtener mejores resultados.
“Somos un banco muy enfocado en asegurarnos que tomamos en cuenta las opiniones de nuestros empleados porque estamos preocupados en generar un ambiente positivo”, resalta.
Agrega que se ha hecho una labor muy importante para que los empleados sientan que están poniendo su “granito de arena” en los resultados del grupo y como consecuencia, se sienten más contentos, motivados y con una actitud que repercute en el cliente.
“Los clientes que vienen ven empleados contentos, y realmente dan muy buen servicio a los clientes y ese es nuestro enfoque de cómo queremos operar y diferenciarnos de la competencia”, resalta.
“El mayor enfoque es asegurarme como director general que nuestros empleados están motivados, contentos y todos remando en la misma dirección”, señala.
Esta estrategia de impulso y reconocimiento a su capital humano le permite abrirse espacio en el mercado mexicano, pues los clientes buscan mayor especialización y asesoría al momento de contratar sus servicios.
De ahí que el canadiense encuentra grandes oportunidades para Scotiabank en México, país en el que además disfruta trabajar.
“¡Me encanta México! Es un país muy bonito, me encanta su gente, que es muy trabajadora y cálida. Por supuesto me encanta su comida, soy muy apasionado de todo tipo de tacos, así que estoy muy contento”, concluye el banquero.
Ve potencial con reforma
Grupo Financiero Scotiabank se encuentra a la espera de las leyes secundarias en materia energética para comenzar a financiar los proyectos que lleguen al país, pues además cuenta con el conocimiento y la experiencia para hacerlo.
“No hay nada que pueda reemplazar una situación en donde un banco realmente conozca su tema porque está totalmente involucrado. Todos los días hacemos financiamiento en este tipo de sectores y tenemos la experiencia sobre qué funciona bien y qué no funciona”, detalla Troy Wright, director general de Grupo Financiero Scotiabank.
Precisa que en la actualidad el banco financia obras del sector energético en ramos como la electricidad, ductos y gasoductos, así como plantas petroquímicas, por lo que con la Reforma Energética “vamos a ver mucho más este tipo de inversión en México. Ya necesitamos las leyes secundarias”.
“Lo que sigue es que podamos ser un asesor, dada la experiencia que tenemos a escala mundial, en los proyectos energéticos que vienen a México. Desde la estructuración, el financiamiento, y traer capital de los mercados que también se especializan en el sector energético”, explica.
Sin bien comenta que es difícil determinar qué monto destinará Scotiabank al financiamiento de estos proyectos, estima que en general si actualmente tiene vigentes en cartera empresarial alrededor de 100 mil millones de pesos, “fácilmente” podrían sumarse 50 mil millones de pesos más en los próximos años, y en este sentido, el sector energético será clave.
“Las leyes secundarias van a tener mucha más información sobre el tipo de proyectos disponibles y hacia dónde vamos a enfocar esa inversión. Pero no hay duda de que va a haber mucha inversión”, resalta.
De ahí que entre los aspectos fundamentales a considerar en las leyes secundarias están el que los inversionistas tengan certeza jurídica tanto en términos de los contratos como de que estos proyectos generen rentabilidad.
“Lo que busca el inversionista es una certeza jurídica en términos de contratos, y tener una certeza jurídica, quiere decir que los contratos estén bien delineados, pero también tener claro el flujo de inversión pagado”, agrega.