América Latina no es inmune, pero debe tener confianza en su capacidad económica y experiencia en crisis anteriores para evitar las consecuencias negativas de los actuales problemas económicos en Occidente y sus repercusiones en China, señaló Gerard Lyons, economista jefe del Standard Chartered Bank.
Miami. América Latina puede superar las actuales turbulencias económicas e insertarse con éxito en el nuevo orden económico mundial que pasa por Asia, India y África.
Así lo sostuvo Gerard Lyons, economista jefe del Standard Chartered Bank, en su intervención en la 45ª Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos, Felaban, la principal reunión de los banqueros de América Latina, organizada por la Asociación de Banqueros Internacionales de la Florida (FIBA) y Felaban, y que finalizó este martes en la ciudad de Miami.
América Latina no es inmune, pero debe tener confianza en su capacidad económica y experiencia en crisis anteriores para evitar las consecuencias negativas de los actuales problemas económicos en Occidente y sus repercusiones en China, señaló.
Además, agregó, “soy optimista con respecto a China”. “Es claro que en China va a existir cierta desaceleración, pero la pregunta no es si ese país asiático superará una eventual crisis en Europa, sino cuánto se va a demorar en retomar su ritmo de crecimiento y, por lo tanto, de demanda e inversiones internacionales.”
Lyons afirmó que el balance del poder económico mundial ha comenzado a desplazarse hacia India, China y África, y que para que América Latina se inserte con éxito en este nuevo contexto, se necesitan países que saquen ventaja de las altas demandas y precios de las materias primas, un sector volátil e impredecible, pero que al mismo tiempo busquen su diversificación hacia sectores de valor agregado.
“China está a la cabeza de esta nueva tendencia. Hace diez años las tres palabras más conocidas eran ´Hecho en China´, las más importantes de esta década son ´Comprado en China´ y dentro de otros diez años serán ´Pagado en yenes´”, dijo Lyons al caracterizar al país asiático como un gigante cuyos pies de barro son la falta de recursos y materias primas que lo obligan a adquirirlas en el extranjero.
Para adaptarse a estos cambios, añadió, Latinoamérica necesita de recursos financieros y de creatividad, así como de la ampliación del comercio regional y de la demanda interna en cada país.