Las acciones rebotaban desde mínimos de sesión pero seguían en rojo, en medio de preocupación por una serie de pronósticos decepcionantes de resultados que mostraban cómo aranceles, aumentos salariales y un mayor costo del crédito, golpean a las compañías.

Nueva York. El dólar acompañó este viernes las caídas de Wall Street, retrocediendo desde máximos en dos meses que tocó más temprano tras un informe que mostró que el Producto Interno Bruto de Estados Unidos resultó más robusto que lo pronosticado.

Las acciones rebotaban desde mínimos de sesión pero seguían en rojo, en medio de una persistente preocupación por una serie de pronósticos decepcionantes de resultados que mostraban cómo aranceles, aumentos salariales y un mayor costo del crédito junto a cuestiones geopolíticas golpean a las compañías.

"La gente todavía está preocupada por la temporada de resultados corporativos en Estados Unidos", dijo Thierry Wizman, estratega global de tasas de interés y cambios de Macquarie Group.

El índice dólar cayó hasta un 0,57% contra una canasta de monedas mientras Wall Street sufría una ola de ventas, y en las últimas operaciones perdía un 0,31%.

El euro, que acumula en el mes una caída del 1,85% por el pesimismo en torno a las negociaciones por el presupuesto italiano y temores a un contagio en el bloque, cortaba una racha de retrocesos. Contra el euro el dólar perdió hasta un 0,71%, y cerca del cierre se negociaba a US$1,140.

En tanto el yen subió en la primera parte de la sesión, pero cuando los principales índices ensayaron un rebote en Wall Street pasó a terreno negativo. El franco suizo tuvo un comportamiento similar y caía por la tarde un 0,26% tras haber tocado máximos desde el 20 de agosto.

La economía de Estados Unidos se frenó menos que lo previsto en el tercer trimestre debido a que una caída de las exportaciones de soja relacionada con aranceles fue contrarrestada por el consumidor más fuerte en casi cuatro años y una mayor inversión en inventarios.

La guerra de aranceles entre China y Estados Unidos ha respaldado al dólar. Pero si bien una moneda fuerte impulsa el valor de los activos estadounidenses, también sube el costo de las importaciones y exportaciones, lo que puede frenar el crecimiento.

El reporte del PIB mostró que el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) excluyendo alimentos y energía -el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal- subió a una tasa de 1,6% en el tercer trimestre, contra un alza del 2,1% en el trimestre anterior.