Los inversores quieren escuchar del presidente del BCE, Mario Draghi, cómo la entidad va a empezar un programa nuevo de compra de bonos con el que ayude a reducir los costos de financiación de España e Italia.

Francfort, Alemania. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, afronta este jueves el momento más decisivo de su período en el cargo, cuando intentará restaurar las divisiones entre los gobiernos y enviar un mensaje prometiendo salvar al euro.

Los inversores quieren escuchar cómo el BCE va a empezar un programa nuevo de compra de bonos con el que ayude a reducir los costos de financiación de España e Italia, tras las diferencias surgidas en público entre las autoridades bancarias la semana pasada.

El periódico alemán Bild informó que el miembro del consejo de gobierno del BCE Jens Weidmann, que también dirige el Bundesbank, consideró dimitir por este plan pero fue disuadido por el Gobierno de su país. Su predecesor, Axel Weber, dimitió el año pasado por el primer programa de compra de bonos del BCE.

Una nueva intervención del BCE en los mercados de bonos de la zona euro es crucial para dar tiempo a los gobiernos para esbozar una respuesta a más largo plazo para la crisis de deuda del bloque.

Los inversores esperan que Draghi ofrezca en su discurso tras la reunión del jueves suficientes detalles de la iniciativa que respalden su promesa de hacer "lo que haga falta" para preservar el euro.

"Esta reunión es absolutamente crucial, porque las expectativas son muy altas. Si el BCE no cumple las expectativas, vamos a entrar en otra mala racha", dijo Gilles Moec, economista del Deutsche Bank.

El rendimiento de los bonos italianos y españoles ha caído significativamente desde que el 2 de agosto Draghi dijo que el BCE compraría bonos emitidos por Madrid y Roma.

Las compras de deuda del BCE sólo se reanudarían bajo estrictas condiciones y si los países primero recurren a la ayuda del fondo de rescate de la zona euro.

Los mercados esperan también que Draghi esboce un plan claro tras la reunión de política del jueves.

Pero aunque el presidente del BCE probablemente ofrezca un marco para una nueva compra de bonos, no aportará detalles de las cantidades previstas o de los objetivos explícitos para los diferenciales de rentabilidad o los niveles de tasas de interés, dijeron dos fuentes de los bancos centrales a Reuters.

"Algunos inversores esperan que se pulse el botón sin mucho más ruido, pero es un poco más complicado que eso", dijo Moec, de Deutsche Bank.

Asegurarse el apoyo mayoritario del Consejo de Gobierno a un acuerdo que agrade a Weidmann representa el equilibrio más complicado para Draghi desde que asumió la presidencia del BCE el 1 de noviembre del año pasado.

Weidmann ha mostrado su preocupación respecto a que una intervención en el mercado de bonos para reducir los costos de financiación de países con problemas como España e Italia, que han alcanzado niveles insostenibles en el corto plazo, rompería el tabú del BCE de financiar a países miembros.