Los datos aparecen en la última edición de este año del Boletín Focus, una encuesta que el Banco Central realiza cada semana entre un centenar de expertos.
La economía brasileña cerrará este año con un crecimiento del 0,14% y perspectivas poco favorables para 2015, para cuando se prevé una expansión del 0,55%, según un sondeo con analistas del sector privado divulgado por el Banco Central.
Los datos aparecen en la última edición de este año del Boletín Focus, una encuesta que el Banco Central realiza cada semana entre un centenar de expertos de entidades financieras privadas.
Las previsiones de los analistas se sitúan por debajo de las que maneja el propio Gobierno, que espera un crecimiento del 0,9% este año y del 0,8% en 2015.
En cualquiera de los casos, está claro que la economía brasileña sufrirá este año y el próximo una fuerte desaceleración respecto al crecimiento del 2,30 % registrado en 2013, que supuso una ligera recuperación tras otros dos años de muy débil crecimiento.
En relación a la inflación, los analistas consultados por el Banco Central calcularon que cerrará este año en el 6,38%, una tasa cercana a techo de la meta oficial, que prevé un máximo del 6,5%.
De acuerdo a los expertos que participaron en la encuesta del instituto emisor, esa meta será rebasada en 2015, para cuando prevén que la inflación llegará al 6,53%.
Los analistas también consideraron que la tasa básica de interés llegará a fin del 2015 al 12,5%, frente al 11,25% en que se ubica actualmente.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien fue reelegida en octubre pasado para un segundo mandato que comenzará este 1 de enero, ha admitido que la situación económica del país requiere de "medidas drásticas" que aún no han sido anunciadas.
Sin embargo, la propia mandataria ha dado a entender que para su nuevo mandato prepara un ajuste fuerte fiscal, aún no dimensionado, y ha adelantado que las tasas de interés se mantendrán en niveles elevados, a fin de intentar contener la inflación.