Eso opinan diferentes expertos al conocer el reporte del DANE que revela que el PIB sólo creció 2 % en el segundo trimestre y 2,3 % en el primer semestre.
La economía colombiana podría cerrar el 2016 con un crecimiento más cercano a la proyección del Fondo Monetario Internacional de 2,5% y no de 3%, como esperaba el gobierno. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó que, mientras entre abril y junio de 2015 el Producto Interno Bruto (PIB) aumentó 3,1%, en el segundo trimestre de 2016 sólo creció 2 %. Y teniendo en cuenta que entre enero y marzo de este año el indicador se situó en 2,5%, el primer semestre cerró con un incremento de 2,3 %, por lo que la desaceleración de la que advirtieron las entidades internacionales ya comienza a materializarse en los índices locales. (Ver Gobierno bajó meta de crecimiento para 2016, ahora esperan 2,5%)
En el reporte del segundo trimestre de 2016 se ven fuertes cambios. Uno de los más importantes es que el sector construcción perdió fuerza, pues sólo creció 1%, mientras que en 2015 subió 8,7% y entre enero y marzo de 2015 aumentó 5,2%. Asimismo se encontró que minas y canteras fue la rama que más cayó en el interanual: 7,1%. Y sobresale que la industria renació de sus cenizas y se convirtió en la actividad de mejor comportamiento al incrementarse 6%, explicado principalmente por la entrada en funcionamiento de la Refinería de Cartagena (Reficar), que llevó el rubro de refinación a subir 28,8%.
La única forma para que el país crezca tanto como espera el Gobierno este año es que en los próximos dos trimestres se experimente un fuerte incremento de la actividad económica. Lo cual no será tarea fácil debido a que durante el segundo semestre se han venido juntando varios factores que golpean y afectan la economía colombiana: paro camionero, alza de tasas de interés y, por supuesto, la reforma tributaria.
Debido el paro camionero, la economía colombiana empezó mal el tercer trimestre de 2016: la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) reveló que las pérdidas por las manifestaciones de los transportadores de carga alcanzaron los $2,5 billones. Además, algunos de sus efectos, como la inflación, trascendieron hasta algunos días del mes de agosto. Esto motivó al Banco de la República a subir 25 puntos básicos su tasa de interés en la última reunión.
José Manuel Restrepo, economista y rector de la Universidad del Rosario, explicó que “el segundo semestre se muestra como un escenario poco alentador para que la economía colombiana registre un repunte, o no lo suficientemente fuerte para que se logre la meta de crecimiento del Gobierno. Por ejemplo, de acuerdo con el DANE, el sector comerció creció sólo 1,4% en el segundo trimestre de 2016, y en el mismo período de 2015 el incremento fue de 3,8%. Lo cual muestra que el consumo está disminuyendo, y esto puede indicar que ya se están sintiendo los efectos de los incremento en la tasa de interés del Banco de la República. Además, en octubre se presentará la reforma tributaria, que será un persistente factor de incertidumbre”.
Para Juan David Ballén, analista de Casa de Bolsa, “el reporte de crecimiento económico del segundo trimestre de 2016 salió relativamente en línea con las expectativas de mercado. Las encuestas mostraban que se espera un dato entre el 2 y el 4%. Incluso en nuestro caso no descartábamos que el dato estuviera cercano al 1,5%, pues el indicador de seguimiento a la economía tuvo un mal desempeño en abril y mayo y sólo fue hasta junio que repuntó. Con todo esto queda confirmado que es difícil que se cumpla la meta de crecimiento del Gobierno. Incluso podría estar por debajo de las estimaciones del Banco de la República. Por lo que esperamos que este año el PIB sólo aumente 2%, y en 2017 también, pues se sentirán los verdaderos efectos de tasas de interés y de la reforma tributaria”.
En este momento las calificadoras de riesgo, como Standard & Poor’s y Fitch Ratings, tienen bajo amenaza a Colombia sobre una posible rebaja en la nota crediticia. Aunque el llamado de atención va enfocado en la necesidad de pasar la reforma tributaria este año, el bajo nivel de crecimiento también está afectando otro indicador que estas firmas analizan. Se trata del indicador de apalancamiento, que es la división entre la deuda y el PIB. “Por lo que en vista de que los préstamos de la Nación van en aumento y que el Producto Interno Bruto crece menos, hace mucho que la relación de esta variable no se encontraba tan deteriorada”, comentó Ballén.
De acuerdo con las proyecciones del Gobierno, las mismas con las que presentó el Presupuesto General de la Nación hace un mes, se supone que 2016 sería el último año de disminuciones en la tasa de incremento del Producto Interno Bruto. Se espera que el PIB aumente 3,5% en 2017 y 3,9% en 2018. Sin embargo, si en lo que resta del año la situación no mejora, las autoridades locales se verían forzadas a hacer otro ajuste a sus estimativos. ¿Cuánto más durará la desaceleración económica?