El reporte del Instituto Brasileño de Estadísticas confirmó las previsiones del mercado financiero brasileño que alertó de una posible contracción, debido a los índices de debilidad mostrados por la economía brasileña entre enero y marzo de este año.
Río de Janeiro. La economía brasileña, la mayor de América Latina, se contrajo un 0,2% en el primer trimestre del año en comparación con los últimos tres meses de 2018 y puso fin a ocho trimestres consecutivos de expansión, informó este jueves el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El reporte del IBGE confirmó las previsiones del mercado financiero brasileño que alertó de una posible contracción, debido a los índices de debilidad mostrados por la economía brasileña entre enero y marzo de este año.
Se trata del primer resultado negativo del Producto Interno Bruto (PIB) brasileño desde el cuarto trimestre de 2016, cuando la economía se contrajo un 0,6%.
En comparación con el primer trimestre del año pasado, la economía brasileña creció no obstante un 0,5%.
Según el IBGE, dos de los tres sectores que componen el PIB tuvieron un resultado negativo en los primeros tres meses del año.
La industria se contrajo un 0,7%, mientras que el sector agropecuario lo hizo en un 0,5%, a la vez que servicios aumentaron un 0,2%.
En el caso de la industria, se trata del peor resultado desde el cuarto trimestre de 2016, cuando descendió un 1,8%, debido a la caída de la industria de extracción que decreció 6,3%.
La caída estuvo afectada por lo ocurrido a finales de enero pasado en el municipio de Brumadinho, en el estado de Minas Gerais (sureste), cuando una represa de residuos mineros se rompió y provocó la muerte de 244 personas y 26 desaparecidos, según el último balance.
El incidente paralizó la extracción de hierro en buena parte de las minas del país sudamericano, que pasaron por un exhaustivo análisis para evitar nuevos incidentes.
La industria disminuyó 1,1% en comparación con el primer trimestre del año pasado, mientras que el sector agropecuario lo hizo en un 0,1% en igual lapso, a la vez que los servicios subieron un 1,2%.
La actividad agropecuaria que en el primer trimestre mostró una contracción del 0,5%, reflejó con ello el peor resultado desde el tercer trimestre de 2017, en que la baja fue del 2,2%.
Esta baja estuvo afectada por una menor producción de soya debido a la sequía en algunos de los principales estados productores.
En tanto, el comportamiento del sector servicios, que representa más del 70% del PIB brasileño, se vio afectado por el alto índice de desempleo que persiste en Brasil.
En cuanto al consumo de las familias, uno de los principales motores de la economía brasileña, en el primer trimestre del año creció un 0,3%, el peor resultado trimestral desde el segundo trimestre de 2018.
El consumo del gobierno por su parte aumentó en el mismo lapso un 0,4% en comparación con el trimestre precedente.
En cuanto a las exportaciones de bienes y servicios disminuyeron un 1,9%, mientras que las importaciones crecieron un 0,5% en igual lapso.
El PIB brasileño acumuló una alza del 0,5% en el primer trimestre de 2019 en comparación con el mismo periodo de 2018, valor que confirma las dificultades de la economía para dejar atrás la peor recesión de su historia entre 2015 y 2016.
En 2017 y 2018, la economía brasileña se expandió un 1,1% en ambos años, resultado muy inferior a la previsión inicial para todo el año cercana al 3%.
El mercado financiero brasileño proyectó a principios de año un crecimiento cercano al 2,5% para 2019, cuya previsión ahora está en el 1,2%, mientras que el gobierno redujo su expectativa al 1,5%.
